Del 14 de julio al 16 de septiembre, 2012
La Pinacoteca do Estado de São Paulo, junto con la institución de la Secretaría de Estado de Cultura, presenta la exposición Carlos Cruz-Diez: Color en el espacio y el tiempo, con cerca de 150 obras, entre pinturas, grabados, ambientes cromáticos, dibujos y vídeos. Durante más de cinco décadas, Carlos Cruz-Diez (Venezuela, Caracas, 1923) ha estado activamente investigando los orígenes y la óptica de color. Su trabajo incluye estructuras extensas de color poco convencional, ambientes de luz, intervenciones urbanas, proyectos de integración arquitectónica y obras experimentales que involucran la respuesta del ojo humano al tiempo que insiste en el carácter participativo de color.
La exposición que se presenta en la Pinacoteca do Estado repasa la trayectoria del artista, desde sus óleos figurativos, rara vez vistos, realizados cuando Cruz-Diez era todavía un estudiante (1940), incluso las exploraciones plenas del color en movimiento (2000). Entre los trabajos presentados en esta muestra se encuentran colores físicos – que consiste en una secuencia de líneas de filtros de color alineados verticalmente y reflectores que son modificados de acuerdo con el ángulo de la luz ambiente y la posición del espectador, proyectando así un color en el espacio y creando un efecto que evoluciona continuamente , dependiendo del desplazamiento del observador. Cerca de 50 Fisicromías se exhibirán por primera vez, dejando al descubierto las ocho etapas que marcan la evolución conceptual y tecnológica de la serie: desde cortes de madera y piezas pintadas a mano de cartón y hasta el uso de tiras de aluminio y tecnología de impresión digital. Color aditivo e Inducción cromática, ambas de 1963, son dos series de obras que están relacionados entre sí y se basan en la impresión o la persistencia retiniana o la “imagen secundaria”, que conduce a la retina del observador a producir un tercer color virtual cuando se enfrentan dos colores complementarios en un plano.
Las piezas que le dan el título a la muestra, en el espacio de color y el tiempo se presentan en tres ambientes diferentes. En el espacio central del museo, Octógono, los visitantes encontrarán Cromointerferencia, 1964-2012. Se trata de un gran espacio blanco en el que dos planos de color en bandas onduladas son proyectadas continuamente en la pared en las paredes y el suelo, disolviéndose en volúmenes de color alrededor – incluyendo los cuerpos de los observadores. Todavía, fuera de salas de exposición se presentará Transcromia, 1965-2010, que consiste en conjuntos de láminas que están dispuestas en cuatro pasillos que dan acceso a la entrada de la muestra. Por ultimo, Cromosaturación, 1965-2004, consiste en una secuencia de tres espacios independientes donde Cruz-Diez aísla el color “crudo” y crea una pantalla con puros efectos cromáticos.
Completando la exposición se mostrarán los diseños arquitectónicos de Cruz-Diez y sus intervenciones en el paisaje urbano, desde las aceras para los peatones en las plantas hidroeléctricas, hasta silos de trigo, y también dos vídeos sobre el proceso del artista y sobre las máquinas y herramientas que él inventó ad hoc para llevar a cabo diversas obras.
La naturaleza inestable del color proporciona el punto de partida para las investigaciones cromáticas de Cruz-Diez. Para él, el color no es un pigmento depositado sobre una superficie sólida, en cambio, una “situación” que resulta de la proyección de luz sobre los objetos y la forma en que esta luz es procesada por el ojo humano. Puesto que el desplazamiento del color depende del trabajo del observador, se crea una experiencia de participación interactiva en el espacio y el tiempo. La tarea del artista consiste en inducir situaciones y promover el diálogo entre la naturaleza estable e inestable del color en una variedad de medios, utilizando múltiples estrategias y materiales no convencionales como cartón, aluminio, acero inoxidable pulido y pintura acrílica. “En general, en el contexto del arte cinético, la importancia de la gran labor que Cruz-Diez ha producido desde la década de 1950 va más allá de las cuestiones de movimiento, vibración y retinalidad pura. Desde el principio, Cruz-Diez enfocó su investigación y sus experimentos en un tema crítico: la investigación del color como un organismo vivo en un estado constante de transformación. Esta exposición pretende mostrar sus logros radicales y sin precedentes en esta área “, dice la curadora Mari Carmen Ramírez.
La exposición Carlos Cruz-Diez: Color en el Espacio y el Tiempo ofrece una amplia selección de obras pertenecientes a la colección de la Cruz-Diez Foundation en el Museo de Bellas Artes y el Taller Cruz-Diez en París y Panamá, así como de colecciones públicas y privadas en Alemania, España, Francia, Inglaterra, Italia y Estados Unidos.
Traducción : Ileana Ramírez
Imágenes cortesía Pinacoteca do Estado de Sao Paulo
Fuente: pinacoteca.org.br