Un cuadro particular de la abuela Rosa le llamaba la atención desde pequeña, se trataba de un retrato vivo donde su antecesora representaba a la Libertad, una mujer bella, en su plenitud con una bandera atrás. “En esta foto mi abuela tenía 15 años y yo la veo y le digo ¿Quién es esa? y me dice llena de orgullo ‘esa soy yo cuando hice un cuadro vivo en la escuela’ y me dijo ‘y no moví un ápice de mi cuerpo’. Entonces eso a mí me impresionó y dije cuando sea grande voy hacer como mi abuela”.
Así relata con emoción la artista Clemencia Labin, al remontarse en el tiempo, a lo que a su juicio fue la simiente de la famosa tradición Velada Santa Lucía, de la que es artífice y lleva adelante desde el 2000, presentándola en la ciudad de Maracaibo, Venezuela, en un ciclo exitoso que llega a su fin en marzo de este año 2013.
“En ese tiempo se acostumbraban los retratos vivos en Maracaibo, la gente de Santa Lucía conoce esas tradiciones”. Fue así como quedó sembrada esa semilla en la inquieta niña que vivió en la casa de su abuela hasta que tenía unos 6 o siete años.
“Fui su primera nieta y conmigo fue muy especial hasta su muerte. Cuando ella murió yo estudiaba en los Estados Unidos”. “Mientras viví en Maracaibo la visitaba todos los días. Era una persona sumamente especial, a todo el mundo trataba de entregarle lo que a uno le gustaba; cocinaba como una Diosa entonces llegabas a su casa y te abría una gaveta y te sacaba algo que a ti te encantaba: que si el dulcito de toronja seco…”.
Con el devenir del tiempo, Labin comenzó a realizar figuras sobre imágenes religiosas y en especial sobre Santa Lucia, siempre cuidando cada detalle. Evoca por ejemplo un cuadro vivo donde hizo de Santa Bárbara a caballo, con su espada, las frutas y un gallo. “La gente sabía los significados de todas esas cosas”.
Enamorarse de Maracaibo y sus casas multicolores fue fundamental en este proceso, pues amaba los distintos matices de la región -“todas esas casitas de El Saladillo”- . “Allí estaba mi paleta”. “Quería hacer algo, comencé con la locura. Compré una ruina y mi tío que es ingeniero la restauró en tres años por poco dinero. Cuando la casa estuvo lista hice mi primera fiesta que no sabía en que dirección iba”.
Hablamos del año 2000, cuando Labin invita a toda la gente de la calle e inicia esta gran fiesta que se convirtió en un festival anual y rebasaría por supuesto la casa, porque nació para compartirse con toda la cuadra. Se repartieron tarjetas, “la gente decía que no conocían esa Virgen, también preguntaban ¿de qué secta saliste?” Y observaban el montón de collares de azabache que como hoy forman parte del atuendo de Labin y “las faldas estrambóticas” que usaba en aquel entonces.
Recuerda como los vendedores ambulantes tendrían su lugar en esta celebración. Labin, impulsaba así el desarrollo endógeno en cuanto a la venta de los dulces típicos y las delicias gastronómicas zulianas, para que también dejaran su sello en el acontecimiento artístico. “Al principio no fue fácil, no se podrían vender bebidas alcohólicas, debía comprometerme a recoger la basura….”
“Las dos primeras veladas fueron en mi casa, después tenía como 7 casitas que habían ofrecido su salón. Recuerdo que le poníamos por fuera banderitas donde había exhibición y la gente participaba”. El evento se convirtió en un festival, en un proceso donde se adherían personas, grupos e instituciones, como en 2005 La Facultad Experimental de Arte, Feda, de la Universidad del Zulia “Ellos empezaron a traer mucha juventud. También la prensa me hizo desde un principio mucha propaganda y venía un gentío de todo tipo, desde gente encopetada de Maracaibo, vecinos míos, todos se asombraban y eran bien recibidos “.
¿Pero en qué consiste la Velada Santa Lucía?
La Velada Santa Lucía como la califica la misma Labin es una escultura viva, social, “mi escultura más grande”. Recrea el velorio de la santa “están las lloronas, las guajiras que lloran”. Santa Lucía creció y en todos estos años se consolidó como un espacio de integración entre arte y ciudadanía donde además de Labin participan por 2 noches consecutivas artistas y curadores de Venezuela y del mundo con sus obras y se realiza en la Calle del Arte, en el barrio Santa Lucía de Maracaibo, en el mes de febrero comienzan las labores del montaje para su presentación que es en marzo, mes de Santa Lucía.
“Es un evento que se hace en comunidad porque no es sólo social o comunitario sino que brinda una plataforma a los jóvenes emergentes del país, y creo que es importante enseñarle al mundo que aquí también suceden cosas por iniciativa propia y por emergencia”. Está orgullosa del emblemático espacio que “prácticamente se hace con mi locura y con la ayuda de cada artista que pone su granito de arena, porque cada creador, se autogestiona y uno ve el compromiso artístico y lo importante que es”.
Esta reconocida artista venezolana, quien hace ya unas décadas se encuentra residenciada en Alemania, llevó esta “escultura viva” – performance y videos- a la Bienal de Arte de Venecia del año 2011, donde representó su país natal conjuntamente con los artistas Francisco Bassim y Yoshi. “Llevé el trabajo de toda una comunidad”. “Logré reclutar gente que lloraran, tocaran el tambor y marcharan”.
Su mundo mágico está en sus santos, tiene un altar en su casa, imágenes de yeso que también llevó a Venecia, Italia, “tengo de todos los tamaños”. Dice que el pueblo venezolano le rinde culto a una diversidad de santos “tienen un dictador como Gómez, María de la Onza de la corte india, bueno hasta hay una corte malandra. En mi altar tengo 7 malandos. Es una manera de pensar de nuestro pueblo única”. Dentro de ese universo realiza “una ceremonia, culto, al cuerpo y me presento como la momia de Santa Lucía. Todo eso tiene que ver con nuestras raíces y nuestra manera de ser”:
El montaje de Santa Lucía de este año 2013 iniciará el 25 de febrero, a las 10:00 am y finalizará el 1 de marzo a las 2:00 pm. La celebración de Santa Lucía será el viernes 1 de marzo, el sábado 2 de marzo de 6:00 pm a 12:00 am y cierra el 3 de marzo de 12:00 m a 3:00 pm. Siendo el desmontaje de las obras igualmente el domingo 3 de marzo. (Teresa Quilez)
