Por Elisa Rodríguez
“De una manera general, por mis experiencias, he buscado provocar un comportamiento diferente del espectador (…) conseguir junto con el público los medios para combatir la pasividad, la dependencia o el condicionamiento ideológico, desarrollando las capacidades de reflexión, de comparación, de análisis, de creación”, de acción.”
Julio Le Parc, 1995
Del 27 de febrero al 13 de mayo de 2013 el Palais de Tokyo (París), rinde homenaje a la trayectoria artística del argentino Julio Le Parc, influyente figura de la creación contemporánea.
La exposición Julio Le Parc es la primera monográfica de tales magnitudes que celebra el artista en París, reuniendo más de un centenar de piezas, así como intervenciones monumentales, concebidas y distribuidas a lo largo de 2.000 m2
en el recién ampliado recinto.
Con la curaduría de Daria de Beauvais, esculturas, pinturas e instalaciones estructuran un recorrido que permite apreciar -excepcionalmente- todas las facetas creativas del artista desde la década del cincuenta hasta nuestros días, en las series: progresiones, relieves, móviles, desplazamientos, contorsiones, superficies, modulaciones, sala de juegos, luces y alquimias.
Materializar lo inmaterial
A mediados del siglo pasado, el arte contemporáneo representa un vehículo para aquellos artistas que aspiran “materializar lo inmaterial”. Visionario, Julio Le Parc formó parte del selecto grupo que se instala París con este propósito, traduciendo desde el arte diferentes fenómenos físicos, que exigían la
participación activa del espectador.
En este contexto, Julio Le Parc apuesta por la reflexión y modulación de la luz, el ritmo, el movimiento y el color, articulando sencilla y efectivamente estos fenómenos, para fascinar al público ante la noción de lo intangible y lo
cambiante.
Julio Le Parc insiste en promover un acercamiento crítico y una actitud reflexiva del visitante a partir de su trabajo. La exhibición Julio Le Parc contrasta sus planteamientos políticos con los más lúdicos. Los trabajos seleccionados sorprenden e inquietan desde el primer momento al espectador, invitándolo a hundir la mirada entre vibraciones lumínicas, e incluso a golpear algunas piezas como una verdadera catarsis.
La exposición Julio Le Parc en el Palais de Tokyo en París, estará seguida por diferentes muestras en la misma ciudad: la colectiva Dynamo, en el Grand Palais del 10 de abril al 22 julio, que reúne 170 artistas internacionales según dos ejes principales: espacio y visión. Julio Le Parc también celebrará exposiciones individuales en la Galerie Denise René, en la Galerie Bugada & Cargnel y en la Galerie Lélia Mordoch.
Un artista visionario y comprometido
Julio Le Parc nace en 1928 en Mendoza, Argentina. Desde finales de la década del cincuenta reside en Francia, donde hoy día continúa desarrollando una amplia y fructífera carrera artística. Es precursor del arte cinético y del Op Art, miembro fundador del G.R.A.V (Groupe de Recherche d’Art Visuel) y galardonado con el gran premio de la Bienal de Venecia en el año 1966.
Personaje emblemático de la historia del arte, desde sus inicios insiste en reconciliar el arte y la vida fuera de las jerarquías que limitan la práctica artística y fuera de las convenciones impuestas por los museos. Julio Le Parc se interesa
especialmente por la relación que surge entre la pieza y el espectador que le otorga sentido.
A su llegada a París se consigue con el auge del expresionismo abstracto y el tachismo, ambas condicionadas por la realización manual y subjetiva del artista, ante lo cual Le Parc marca decididamente su rechazo.
Para Le Parc es fundamental desdibujar la huella personal del creador, razón que le lleva a implementar un método de trabajo cercano a los procesos industriales, a partir de un sistema unitario y un programa determinado.
Así mismo, el artista escapa a cualquier tentación colorista, seleccionando una gama de 14 colores puros -sin degradaciones- que se combinan infinitamente en formas anónimas sobre una superficie activa.
Participativo y tremendamente contemporáneo, el arte de Julio Le Parc refleja una constante búsqueda en torno a la luz, el movimiento y el azar, invitando al visitante a descubrir nuevos lugares de pensamiento frente a una obra dinámica,
que se regenera constantemente ante sus ojos.
Julio Le Parc celebra la visualidad, la inmaterialidad y la inestabilidad en el arte, propiciando verdaderas “fiestas de la percepción” donde el público pueda tocar, exclamar y reír, favoreciendo así el desarrollo de sus capacidades reflexivas participativas frente a la pieza.
Al mismo tiempo, Le Parc propone un arte comprometido con la utopía social y la reconstrucción siempre en curso de nuestro entorno. De espíritu combativo y actitud irreverente, durante el mayo francés en 1968, manifiesta contra las instituciones y es expulsado durante algunos meses de Francia. Ese mismo año retiró sus piezas de la dOCUMENTA de Kassel. Como defensor de los derechos del hombre, señala la tortura en Latinoamérica junto al grupo “Denuncia” y la
“Brigada Internacional de Pintores Antifascistas”.
A sus 84 años Julio Le Parc continúa luchando por detonar las nociones tradicionales relacionadas con la elaboración, presentación y apreciación del arte. Actualmente vive y trabaja en Cachan, (Francia) potenciando su trabajo artístico desde las nuevas tecnologías.
Próximas exposiciones y publicaciones de Julio Le Parc
Durante los últimos años el trabajo de Julio Le Parc ha recorrido diferentes instituciones internacionales: “Le Parc Lumière” en la Fundación Daros-Latinamerica, Suiza (2005) itinerante por México, Bogotá y próximamente ampliada y reinstalada para inaugurar el espacio Daros-Latinamerica en Río de Janeiro con 43 obras lumino-cinéticas y la edición de un nuevo catálogo producido por Daros-Latinamerica y Hatje Cantz; “Suprasensorial, Experiments in Light, Color and Space” en el Museum of Contemporary Art, Los Ángeles y en el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden del Smithsonian Institution en Washington, Estados Unidos (2010-2011); “Erre, variaciones laberínticas”, exposición colectiva en el Centro Georges Pompidou-Metz (2011); participa en la “Nuit Blanche” en París (2012) con una instalación sobre el obelisco de la Concorde y con una instalación en el Centro Beaugrenelle.
Paralelamente a la muestra en el Palais de Tokyo, Julio celebra exposiciones individuales en diferentes galerías de París: Galerie Denise René, Galerie Bugada & Cargnel, Galerie Lélia Mordoch y participará en “Dynamo”, una exposición colectiva de carácter internacional a celebrarse a mediados de este año en el Grand Palais.
Así mismo, Julio Le Parc es honrado con un libro monográfico que recoge cincuenta años de creación, editado por Flammarion, con textos del prestigioso crítico de arte Arnauld Pierre.
Algunas series de la exposición
ALQUIMIAS
Las Alquimias forman una serie de cuadros iniciados en 1988, que Julio Le Parc define como los más experimentales. Como parte de un proceso físico, los colores atomizados parecen estar suspendidos, evaporándose en la superficie de estas piezas, para luego condensarse y precipitarse, pasando del estado gaseoso al líquido. Química, física y espiritualidad coloreada conforman estas Alquimias, que cristalizan diferentes planteamientos que el artista ha venido desarrollando por décadas, aún antes de su llegada a París hacia finales de la década del cincuenta.
CONTORSIONES
Las contorsiones son magníficas alucinaciones. Muestras de arte óptico y de arte cinético, resultan de la vibración entre el blanco y el negro distorsionados sobre una forma reflectante en movimiento. Surgen en la segunda mitad de la década del 60, a partir de la serie de Movimientos sorpresa en los que el artista involucra lúdica, física y psicológicamente al visitante. Luces centellantes, círculos, curvas, espirales y ondas sobre fondos bicolores, deben ser modulados a través de simples mecanismos en esta hipnótica serie.
DESPLAZAMIENTOS
La auténtica preocupación del artista por la implicación del público, le lleva a producir la serie Desplazamientos a principio de la década del 60. Dichas piezas están absolutamente condicionadas por el visitante, su movimiento y aceleración. En “Muro de láminas reflectantes” (1966-2005) una forma geométrica es fraccionada uniformemente a través de un panel de láminas reflectantes, según se desplace del visitante. Este efecto es potenciado lúdicamente entre dos personas interactuando a cada lado de esta estructura.
En “Formas virtuales por desplazamiento del espectador” y “Trama Alterada” (1965-2012), formas geométricas muy sencillas son reflejadas sobre la superficie de un elemento pulido, distorsionándose y cobrando dimensiones asombrosas en el ojo del espectador.
Julio Le Parc da la bienvenida a su exposición con un Desplazamiento monumental site specific realizado para el hall principal del Palais de Tokio.
LUCES
Julio Le Parc “Continual-luz-cilindro” (1962-2012) Madera, metal, luz, motor; Objeto: Ø 480cm x 90cm + caja: 40x40x40
cm. Cortesía del artista y Daros-Latinamerica Collection Zurich. Foto: Adrian Fritschi (Zurich)
Julio Le Parc comienza a experimentar con la electricidad y luz en 1959 y desde entonces, sienta las bases que le permiten desarrollar diferentes líneas de investigación artística. El potencial de la luz se materializa desde el movimiento
constante de estas piezas. Le Parc domina con precisión el recorrido rítmico del haz luminoso, creando a su vez un juego aleatorio de contrastes en perpetua aparición. Para el artista, la belleza y la simplicidad de la luz acertadamente modulada, resulta fundamental para detonar el proceso reflexivo del espectador.
MÓVILES
A lo largo de la exposición, se encuentran dos contundentes móviles, cuya dimensión y disposición dentro del museo desestabiliza la noción de espacio, escala y equilibrio en el espectador. La alteración de miles de pequeñas placas de plexiglás coloreado o el reflejo de enormes láminas de metal que penden del techo con una sencilla estructura, producen en el espectador un fascinante efecto de inmersión y movimiento.
MODULACIONES
Las Modulaciones son un buen ejemplo de la diversidad creativa de este artista. Surgen a partir de la década del 70, tras la búsqueda incansable de gradaciones elegantes entre luz y sombra y tras la huella o halo de diferentes formas desplazándose en el plano. Con la serie Modulaciones 2, Le Parc evidencia las diferentes posibilidades que contiene un haz de luz descompuesto por uno o varios prismas en multiplicidad de colores y direcciones.
RELIEVES
A principios de la década del 60, Julio Le Parc inicia sus investigaciones sobre los Relieves. Las múltiples perspectivas, así como el juego de reflejos y alteraciones, son fundamentales para la percepción integral de estas piezas, también llamadas por el artista “trampas de luces”. Los Relieves tramados en madera o en plástico, propician diferentes niveles de apreciación, desde dibujos sencillos hasta verdaderas texturas visuales.
SALA DE JUEGOS
Verdaderas invitaciones a la catarsis. “La sala de juegos” en el Palais de Tokyo, reúne diferentes piezas lúdicas del artista a lo largo de su carrera. A partir de 1963, gran variedad de juegos apela al factor sorpresa, propiciando reacciones primarias en el visitante, involucrándolo físicamente y despertándole cuestionamientos interesantes con sólo activar un botón o desplazarse: “Suelo inestable”, “Silla con resortes”, “Gafas deformantes” o “Espejo en vibración” son algunos de ellos.
A raíz del turbulento año 1968, Julio Le Parc concibe los Juegos Encuesta, planteamientos tremendamente políticos que cobrarán forma a partir de 1969, comenzando por “Voltear los mitos”, seguido de “Identifique sus enemigos” y “Golpean los galardonados”: una instalación en la que el visitante puede descargar lúdicamente sus emociones frente a enormes monigotes que representan la autoridad.
SUPERFICIES COLOR
A partir de 1958, Julio Le Parc inicia la serie “Superficie Color”, con el afán de restringir al máximo la huella subjetiva del artista en la composición. Esta serie consta de circunferencias, ondas, meandros, pixeles y figuras geométricas que se repiten sistemáticamente, según un orden axial predeterminado. A partir de 1959 y evitando convertirse en colorista, el artista restringe su paleta a 14 colores. Le Parc consigue dar presencia excepcional a la serie, distribuyendo radialmente esta iridiscencia como una diana hipnótica y certera.
Adicionalmente, la muestra cuenta con la interesante serie de gouaches y tintas “Proyecto Color” (1959), el pequeño laboratorio que le permite a Le Parc superponer placas transparentes con diferentes formas y colores, para producir sistemáticamente infinitas combinaciones.
Elisa Rodríguez, 2013
*Agradecemos a Elisa Rodríguez por este documento