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Obstáculo (umbral #3). José Miguel Del Pozo

“¿Estamos ya en la situación de mirar sólo a través del medio?”
Mario Bellatin
“un espacio de exposición no es sólo un despliegue de objetos, sino también un espacio de negociación, un lugar donde es posible practicar toda una serie de juegos.”
PhilippeParreno

 

 

 

Sobreponerse a un obstáculo es difícil, sobre todo cuando este asume las vestiduras del arte para justificar su presencia y exhibirse ante un grupo de espectadores que forman parte de su tiempo y su acción como objeto cultural.  Un obstáculo nunca esta libre de las contingencias que su asentamiento o posible tránsito implican en el espacio que está interrumpiendo con su presencia.

Entonces ¿queda una obra suspendida cuando ocurre ese pequeño momento en el que el espacio que la acogía pierde sus vestiduras culturales y empieza a ser lo que era: sólo espacio?

¿De quien es la obra si el autor sin reclamarla ésta sigue sucediendo?

¿quién asume las responsabilidades de una obra huérfana, cuánto tiempo le toma al espectador darse cuenta que una obra de arte está pasando, se puede formar parte de una obra de arte sin saberlo?

¿Acaso el tránsito o su imposibilidad eliminan las cualidades que hacen de un objeto una obra de arte?

 

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Obstaculizar es congestionar un tránsito y todo obstáculo exige resolución y luego acción por parte del que se descubre ante él.

Este no es nunca una obra, más bien es el residuo de (un) obrar.

Donde la obra exhibe el gusto, obrar resume un gesto.

El gesto resulta acción y esta no responde a nombres, simplemente es su presente continuo: atrae en su espacio las variantes del azar y las obliga a gestarse, a decidirse; en este caso a movilizar el obstáculo, a desmontarlo.  Lo obliga a desaparecer de ese, su recinto primero.

Un obstáculo es diálogo sin letras, es el bloque de texto tachado y la necesidad de resolver un misterio. Un obstáculo sin dueño tiene sentido, lo que no tiene sentido es la pretensión cultural que nos obliga a vestir de palabras y justificaciones su presencia en un espacio de sentido.

El obstáculo no le pertenece a nadie, está. Es de quien decida su próximo lugar y la manera de moverlo.

Dejar un obstáculo en donde no va es decir que éste tiene un lugar, que ahí ese objeto tiene sentido.

 

José Miguel Del Pozo

Octubre, 2014

 

 

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