Arthur Barrio. Libro de carne, 1978-1979
“Para maestros que educan y para artistas que investigan”
Lo único que impulsa el saber es la ignorancia propia de la cual se desencadena una pregunta y el planteamiento de un problema. Investigar, entonces, es reconocer aquello que no conocemos y nos coloca en el camino socrático de su esclarecimiento.
Aceptar la ignorancia, entonces, es la primera condición de todo conocimiento. La certidumbre no es conocimiento sino incapacidad de entender e interrogar lo que nos falta. Esa premisa inicial, válida para todo proceso indagatorio, es también el punto de partida de la investigación sobre y desde el arte. En tal sentido, hablaremos específicamente de la práctica creativa como investigación de procesos y contenidos, siempre desde el supuesto de que la ignorancia propia es lo que se despliega con dicho ejercicio. Solo cuando se tiene la creencia de que la experiencia artística es un sucedáneo del ocio, un hobby para distraernos; las preguntas esenciales y las dudas no tienen sentido. Solo cuando se cree que la “iluminación” artística es constante, sin contratiempos y placentera, la acción de preguntar se vuelve un estorbo.
No Grupo. Libros de artista I, II y III, 1982
Pero lo cierto es que la experiencia creativa a menudo se represa en las certezas alcanzadas o llega a un punto de reiteración e incluso de ininteligibilidad de la que no se puede salir sin aceptar el desafío de los [por qué], lo cual no es asunto menor, pues las “luces” que da el arte, también se desvanecen y el “don” puede perder su “gracia” de hoy para mañana. En síntesis, hay que cultivar la “gracia” (no importa si esta es celestial o genética) interrogándola, de la misma forma que se interroga el mundo. Para ello, hay que saber que no sabemos.
Antonio Eligio Tonel. Nada que aprender, 2009-2010
Claro que las preguntas desde el arte, siempre vienen precedidas por una motivación, aquello que sujeto a causalidad o desprovisto de ella, nos impulsa en una dirección u otra, hacia la formulación de un problema. Así es como se designan las preguntas desde el punto de vista investigativo, aunque por supuesto, no todas las preguntas en el arte son de “vida o muerte”. En realidad pueden ser interrogantes muy elementales e incluso absurdas. Tampoco tienen que ser dichas o escritas, basta con que se altere una rutina o un procedimiento para ver qué sucede, pues de otra manera nunca sabríamos si algo nos interesa o no. Entonces, las primeras variables de la investigación-creación desde el arte son la ignorancia (que conlleva a preguntas) y la motivación (que moviliza el interés). Esto, por supuesto, solo aplica para quienes se proponen avanzar más allá de lo que ya saben (o creen saber).
Caracas, Febrero de 2015.
Claudio Perna. Del pre-conceptual al neoconcepto. Antes de entrar en materia. Block Caribe, c. 1975. Archivo Fundación Claudio Perna.
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