Incerteza Viva tiene el fin de reflexionar sobre las condiciones actuales de vida en tiempos de cambios continuos.
Bajo el título La incertidumbre viva [Incerteza viva], la Bienal 32° busca reflexionar sobre condiciones de vida actualmente y las estrategias que ofrece el arte contemporáneo para recibir o habitar incertidumbres. La exposición tendrá lugar del 10 sept a 11 dic, 2016 en el pabellón Ciccillo Matarazzo, que reúne a unos 90 artistas y colectivos, 54 de ellos confirmados.
Incertidumbre Viva
La exposición pretende trazar pensamientos cosmológicos, inteligencia ambiental y colectiva, así como ecologías naturales y sistémicas.
Para que podamos enfrentar objetivamente grandes problemáticas de nuestro tiempo, como el calentamiento global y su impacto en nuestro hábitat, la extinción de especies y la pérdida de la diversidad biológica y cultural, la inestabilidad económica o política, la injusticia en la distribución de los recursos naturales de la Tierra, la migración global, entre otros, puede que se tenga que desvincular la incertidumbre del miedo. La incertidumbre está claramente conectada con nociones endémicas del cuerpo y de la tierra, con una calidad viral en los organismos y ecosistemas. Aunque vinculado a la palabra crisis no es equivalente a la misma. La incertidumbre es principalmente una condición psicológica vinculada a procesos individuales o colectivos de toma de decisiones, que describen la comprensión y la no comprensión de problemas concretos.
La noción de incertidumbre es parte del repertorio de muchas disciplinas – desde las matemáticas hasta la astronomía, a través de la lingüística, la biología, la sociología, la antropología, la historia o la educación. A diferencia de lo que ocurre en otros campos, sin embargo, la incertidumbre apunta al desorden, teniendo en cuenta la ambigüedad y la contradicción. El arte alimenta la incertidumbre, el azar, la improvisación, la especulación al tratar de contar lo incontable o medir lo inconmensurable. Se da margen para el error, la duda e incluso los fantasmas y temores más profundos de cada uno de nosotros, pero sin evadirlos o manipularlos. No tendría más sentido, entonces, emplear los numerosos métodos del razonamiento y decisiones del arte y que éstos pudieran ser aplicados a otros campos de la vida pública?
Aprender a vivir con la incertidumbre puede enseñarnos soluciones. Comprender diariamente el significado de La incertidumbre viva es permanecer consciente de que vivimos inmersos en un ambiente regido por ella. Por lo tanto, podemos ofrecer otras formas de acción en tiempos que cambian continuamente. Debatir sobre la incertidumbre requiere comprender la diversidad del conocimiento, porque describir lo desconocido implica cuestionar lo que asumimos como conocido. Y sin embargo, también significa la valoración de códigos científicos y simbólicos como complementarios y no excluyentes. El arte promueve el intercambio activo entre las personas, el reconocimiento de incertidumbres, como los conductores generativos y sistemas constructivos.
32° Bienal – Incertidumbre Viva
Sept 10-dic 11, 2016
Curador: Jochen Volz
Cocuradores: Gabi Ngcobo, Julia Rebolledo, Lars Bang, Larsen y Sofía Olascoaga
Fuente: http://bienal.org.br/