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XEROX: EDUARDO KAC / CLAUDIO PERNA / ÉLÉONORE SCHÖFFER

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Claudio Perna, Rostro de Claudion (Autocopia), photocopie, 21,5 x 35,5 cm, 1974

 

 

La exposición presenta 28 obras hechas hechas en máquinas fotocopiadoras, entre 1974 y 1985. Los visitantes verán en sala:

1 Copia fotostática de Eduardo KAC, hecha en el contexto del movimiento de arte porno de Brasil, colectivo de performances y poesía experimental donde se promovió la pansexualidad, para generar espacios de libertad frente a la dictadura militar de Brasil.

8 “Autocopias” de Claudio Perna. Serie ampliamente “repertoriada”, que será presentada por primera vez en Francia. Uno de los asuntos centrales de las Autocopias es la idea del movimiento, más allá de su encarnación efímera en la performance o de su virtual perpetuación en el video, procedimientos que también frecuentó con devoción.

Ver: http://elanexogaleria.blogspot.com/2008/06/claudio-perna-texto.html

14 “XEROX-Corpiques” de Éléonore NADA

( Madame Schöffer, la viuda de Nicolas Schöffer)

Esta serie forma parte de la obra secreta desarrollada por Eleonore NADA desde la década del 1942 cuando gana el primer lugar de un salon de dibujo y pintura. En los Trazos “ XEROX CORPIQUES” se puede ver el rostro y la mano de Éléonore realizando bendiciones hebraicas y musulmanas. Será su primera exposición en una galería después de 50 años.

 

SOBRE LAS OBRAS EN FOTOCOPIA:

“Existir es un plagio”

E.M. Cioran, Desgarradura

Una fotocopia es ante todo un evento -sin duda alguna- autobiográfico y documental que pretende recrear el momento mismo de su génesis. Se vale de la dualidad para generar sentido y su substancia radica en una paradoja: confiere al cuerpo-origen su categoría de original / por ser instante e instantánea es irrepetible pero reproducible.

Gracias a estas características el arte conceptual encontró en las Xerox un importante aliado, ideal para concretar una de sus operaciones básicas: transformar el objeto en simple registro subordinado de la acción dónde recae el valor simbólico, nominal y cuantitativo de la obra.

Lo que no pudieron prever los artistas conceptuales de los 70’s es que esta transgresión introduce otro debate centrado en la des-humanización de la corporalidad en el espacio tecnológico. Al someter el cuerpo humano a la fotoconductividad de una máquina Xerox la carne se transforma en documento.

Esta transformación de lo corpóreo a lo documental se puede entender como un primer paso hacia la desaparición simbólica de lo humano: el cuerpo es encarnado por un discurso-documento y no por un grupo de células-tejidos. Si esto fuera cierto, la acción de auto-foto-copiarse, o de reconocer el propio cuerpo a través de una fotocopiador es una de las primeras huellas de esa metamorfosis que vivimos actualmente donde el cuerpo es una proyección discursiva de nuestros actos habla, de nuestro lenguaje ritual.

Pensemos por un momento en la desaparición simbólica de lo humano. Las redes sociales, uno de los fenómenos claves para entender el siglo XXI, plantea esta metamorfosis como principio básico. El espacio de sociabilización ya no necesita una corporalidad sino una discursividad. Discursividad que se evidencia en que compartimos, que comentamos, cuando damos like, en el momento en que decidimos hacer un retweet, estos actos de habla, determinan las categorías y signos con los que se debe leer nuestro cuerpo.

Claudio Perna, Eleonore Schöffer y Eduardo Kac usan la tecnología como primera aproximación a este fenómeno aún embrionario, en el cual, lo carnal es un residuo documental de una actitud frente a la tecnología que propone la desaparición de lo humano en pro de un enriquecimiento simbólico del discurso-cuerpo.

Claudio Perna (1938, Milan, Italy-1997, Holin, Cuba) titula autocopias a ese corpus de obras gestadas bajo la fría luz de una máquina Xerox y cuyo cenit revela en su obra Autocurricullum, dispositivo desde dónde enuncia: “Tú no estás obligado a usar la Xerox, pero si tienes una idea actual, la mejor manera de representarla es asociándola a un medio actual”(…) “¿Qué quiere decir Arte para ti? Pregúntatelo y al final verás que es comunicación, que es información”

Éléonore Schöffer (1926) emprende el camino de exploración con las fotocopias por azar al reproducir las obras Ordigraphics de Nicolas Schöffer. Titula a estas exploraciones: Traces Photocorpiques, nombre que delimita las fronteras en las que Eleonor juega, de un lado tenemos el gesto sensible del cuerpo sobre la máquina, la luz fría y la piel, dependiente de este gesto, un nuevo territorio se prefigura, creado por esta simbiosis: el cuerpo como documento.

Eduardo Kac (1962, Rio de Janeiro, Brasil) eterno investigador sobre los posibles procesos simbióticos entre máquinas y hombres, sufre también el embrujo de las fotocopias en el marco del Arte Pornô. Reinventa las búsquedas de auto-reconocimiento que implica el XEROX ART revelando su dimensión política: durante la dictadura de los 80’s en Brasil subvierte la lógica heteronormativa, en función de promover la pansexualidad y oponerse a las políticas gubernamentales.

Aceptar esto es reconocer que el arte por fotocopias es el semillero dónde germina parte de nuestra sociedad contemporánea, basada justamente, en el intercambio simbólico y textual de lo corporal en detrimento de la physis y su manifestación directa la carne humana.

 

SOBRE LOS ARTISTAS

Eduardo Kac

Reconocido internacionalmente por sus instalaciones interactivas y por sus trabajos de bio arte, Eduardo Kac explora la fluidez de la posición del sujeto en el mundo postdigital, cuestionando la evolución, la memoria y hasta la condición de la creación. Sus inquietantes obras de arte hacen hincapié en la naturaleza dialógica del arte. Artista contemporáneo con una visión poética y filosófica de la vida, Kac es sin duda uno de los mayores y más significativos representantes del arte de los nuevos medios. Debido a la prioridad que otorga a la vida y al proceso comunicativo sobre el resultado final, su arte recurre a la utilización de una increíble variedad de materiales. En 2000 adquirió fama mundial por la la creación de Alba, un conejo fluorescente. Kac también inventó un gen artístico en su obra “Génesis” y utilizó su cuerpo como campo de experiencia en “Time Capsule”. Su obra ha sido expuesta en museos, galerías y bienales tan importantes como: Exit Art y Ronald Feldman Fine Arts, New York; Maison Européenne de la Photographie, Paris, y Lieu Unique, Nantes, Francia; OK Contemporary Art Center, Linz, Austria; Seoul Museum of Art, Korea; Museum of Modern Art, Rio de Janeiro; MAXXI – Museo Nacional de Arte del Siglo XXI de Roma, Yokohama Triennial, Japón, Bienal de Sao Paulo, Brasil; y Gwangju Biennale, Korea; y en el Museo Zendai de Arte Moderno de Shangai, entre otros.

A través de su obra, explora las conexiones entre lo físico y lo virtual, entre lo biológico y lo tecnológico, con el fin de romper fronteras y entrar en una nueva ecología de lo híbrido. En el año 2000 adquirió fama mundial por la creación de Alba, un conejo fluorescente que sirvió como catalizador del debate global sobre la ingeniería genética. El proyecto “GFP Bunny” logró generar una gran cantidad de discursos críticos acerca de los aspectos legales, éticos o estéticos del arte, la ciencia y la sociedad en relación con los desarrollos de la tecnología genética.

 

Claudio Perna

Artista conceptual y fotógrafo. Hijo del italiano Bernardo Perna y la venezolana Isabel Fermín. Pasó su infancia y adolescencia en la Italia sacudida por los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial y los duros años de la posguerra. Termina sus estudios primarios en Brescia (Italia) y a finales de 1955 llega a Venezuela. En 1958 termina sus estudios secundarios en el Liceo Andrés Bello e ingresa a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, donde sigue cursos hasta 1961, sin terminar la carrera. Al año siguiente viaja a Estados Unidos en un momento en que la obra de Marcel Duchamp se ramificaba en las tendencias vanguardistas de la época. En 1963 comienza sus estudios de geografía en la UCV, que concluye con honores en 1968: gran parte de su obra creativa girará en torno a las revelaciones de esta disciplina de la cual fue profesor e investigador. En 1965 realizó obras con papel y telas blancas (algunas de ellas en la colección GAN) y con objetos encontrados. Perna seguía tanto la tradición de los origami como el Manifiesto blanco de Lucio Fontana. En 1966 expone con Elsa Gramcko en la Galería Gamma (Caracas), y al año siguiente comienza su inquietante experimentación fotográfica que lo llevará desde la manipulación de los elementos de laboratorio hasta la realización de imágenes-concepto más allá de valores fotográficos establecidos —aún vigentes en aquel momento—, trastocando incluso los preceptos de autoría y trascendencia artística. A este respecto María Teresa Boulton calificó sus fotos de “conceptuales y extremadamente subjetivas” y a su autor de “uno de los personajes más importantes de la fotografía venezolana” (1990, p. 71). Entre 1967 y 1968 realizó con Margarita D’Amico y Gladys Uzcátegui fotos documentales de Caracas que llamará “fotografías dirigidas”. Siguiendo sus indagaciones visuales, termina en 1969 su primera película súper ocho, Yolanda, y al año siguiente publica “fotos sin cámara” (fotogramas) en la revista Letras Nuevas y filma Expe I con Margarita D’Amico. De esta manera sus trabajos comienzan a ser complicados ensamblajes multidisciplinarios que buscan recolectar y condensar campos de imágenes como retroproyecciones, diapositivas y otros recursos audiovisuales en experiencias en vivo.

(Madame Schöffer)

En 1963, cuando Éléonore de Lavandeyra encontró a Nicolás Schoffer, ella era una mujer adulta, con un profundo mundo interior ; Artista, 2 hijos de un banquero y especialista en musicología Oriental. De cara a esta realidad , esta « dama parisina» da un salto al vacío y abandona su vida para comenzar, un maravilloso viaje espiritual, desde la creación. Los primeros años de este viaje fueron en solitario, concentrada en aprender la tapicería, viviendo la pobreza absoluta desde un ático en París. En 1971, ocho años después de su encuentro con Schoffer, ambos estaban preparados y decidieron fusionar su vida.

Esta unión espiritual, no fue coincidencia -amigos en común forzaron el encuentro en el marco de una conferencia. Sus amigos sabían que ella había soñado con espacios parecidos a los de Nicolás y era necesario cruzarlos….

No era fácil, vivir junto a un genio que estaba el momento cumbre de su carrera…. Para Éléonore, una creadora activa, convertirse en « la mujer del artista » fue lo más parecido silenciar la vida. Ella era feliz al lado Schöffer y encontró en el silencio su medio de expresión desarrollando en secreto una obra inmaterial, que , sin proponérselo, era coincidente con los códigos del arte conceptual.

Éléonore desarrolló una investigación preocupada por la palabra, y cargada de símbolos espirituales orientalistas . Una obra introspectiva, donde en muchos casos, el texto se convierte en imagen.

Ella desde 1985, cuando Schöffer sufrió de hemiplejia Abandona el instituto de musicología Oriental, y abandona su escuela de tempura para dedicarse en tiempo completo a defender la obra de su marido, gestionar la colección y trabajar para la creación de 2 museos dedicados al artista. Hoy en dia ella es reconocida por el circuito del arte en mundo entero como Madame Schöffer, pero pocos saben de la existencia de Eléonore, NADA

 

Éléonore Schöffer

“ Mis obras en Fotocopiadora se llaman : « Traces photocopiques »

Estos trazos de manos y rostros fueron obtenidos a partir de una pequeña fotocopiadora Canon que yo utilizaba para imprimir y diversificar las Ordigrafías de Nicolás.

Fue la curiosidad que inicialmente me impulsó a ver, qué pasaría si en lugar de una hoja de papel , yo introduje mi mano…..El resultado me me sedujo, era divertido, pero, finalmente era « bello »..

No digamos tocar el violín, tocar el piano…. Yo tocaba la fotocopiadora….y me liberé a ese juego con placer: el placer de jugar, el placer de ver los resultados de este juego, nuevo para mi.

Yo tome el valor de meter otra cosa que mi mano, yo recuerdo todavía el frío plano y glacial del vidrio, mientras que el rastro sonoro del rodillo de luz se balanceaba sobre mi rostro. Yo no estaba a gusto, no sabía si esos rayos luminosos ¡podrían ser o no nocivos!, ¿Quien sabe?

Muy contenta del resultado, yo guardé estas hojas dentro de mis carpetas de dibujos

Habituada a trabajar por largos períodos a esto que yo consideraba mis « investigaciones artísticas ».. » Mis obras »yo no le di mucha importancia a los resultados estéticos , estos, de este juego que me absorbió solo un instante.

Hizo falta que Rolando Carmona , los viera, un día revisando mis carpetas, para que este momento creativo olvidado regresara a la superficie….provocara el entusiasmo, y esta exposición, con un hermano en « ideas »que yo nunca conocí… Claudio Perna. El no esta más en este mundo, pero sus trazos existen y se mezclan a los míos que estoy todavía viva por un tiempo….Nosotros tocaremos juntos a la XEROX en este mes de febrero 2016.”

 

CURADOR: Rolando Carmona. Barquisimeto,Venezuela.

Comisario independiente y gestor cultural con sede en París. Especializado en la concepción de instituciones culturales y la promoción del media Art. Su trabajo está centrado en la exploración de nuevas formas estéticas, asociadas a la tecnología. Ha realizado y asesorado en más de 25 exposiciones colectivas e individuales de artistas contemporáneos en museos, Ferias de arte y espacios alternativos en USA, Francia, Reino Unido y Venezuela.

Desde hace 4 anos es investigador en la colección Schöffer, donde se albergan casi 8 mil obras de Nicolás Schöffer, y sus contemporáneos. Actualmente está trabajando para la creación de una plataforma curatorial que promueva en Europa la producción del Media Art hecha por latinoamericanos. También trabaja en la creación del primer Media Lab de Venezuela.

 

Asistencia Curatorial: Nicolás Gerardi.

Inauguración :

Jueves 11 de Febrero 2016. En presencia de Eleonore NADA. ( Madame Schöffer)

Lugar:

Maëlle Galerie 1-3 rue ramponeau, 75020 Paris

 

Sobre la galería: Maëlle Galerie es un espacio dedicado a la promoción de artistas del Caribe. La galeria esta ubicada en Belville, el barrio “bobo*” y multicultural donde se han instalado unas 40 galerias jovenes que promueven arte contemporaneo. La directora del espacio es Olivia Blereur, exitosa empresaria, quien ha marcado un referente dentro del circuito del arte Frances pour ser la primera mujer galerista, de color, proveniente de las Antillas Francesas.

 

Fuente: Rolando Carmona

 

 

 

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