Por Luis Romero
Una impresión completa y profunda de este evento de arte que se realiza cada cinco años, es algo muy difícil de lograr debido a su gran escala y la profunda reflexión que implica su propuesta curatorial, que ameritaría no una sino varias visitas. Estas son algunas de las reflexiones personales de mi visita a Documenta 14 en 2017. El presente es un recorrido por un conjunto de obras y artistas presentes en la muestra.
Desde sus inicios la Documenta siempre ha sido un evento que va mas allá de lo que se exhibe en sus paredes, jardines y calles. La exposición sin duda siempre abre un compás de reflexión desde el mismo día de su apertura y durante los siguientes 5 años, generando un escenario de pensamiento que abarca no solo el aspecto artístico sino que también toma el pulso al acontecer político, social y económico de ese lustro.
El 8 de abril, un día antes de que la Unión Europea y Grecia firmaran un acuerdo de medidas de mayor austeridad que permitieran a Grecia llegar con un balance positivo a la fecha tope de pago de una deuda de 6 billones de euros, abrió la Documenta 14.
A la cabeza de un equipo curatorial de más de 20 personas estaba el joven curador Adam Szymczyk quien toma la decisión de que Kassel, la sede histórica de la Documenta, sea la huésped en Atenas y comparta esa responsabilidad y orgullo en un plano de igualdad con la capital griega.
La noche previa a la apertura, las calles principales de Atenas fueron tomadas por manifestantes, mientras la policía y los organismos de seguridad implementaban medidas para permitir que el presidente alemán hiciera los honores inaugurales del evento.
En un marco de protestas públicas, problemas económicos, migratorios, crisis de refugiados, cuestionamiento a la democracia y radicalización política, se iniciaron debates y confrontaciones que se dieron especialmente en Atenas para cuestionar, defender y analizar la pertinencia de un evento artístico tan importante y tan costoso en un contexto tan difícil como el que vive Grecia y que afecta a Europa indefectiblemente.
La propuesta del curador Adam Szymczyk se estructuró bajo el título de “Learning from Athens” (Aprender de Atenas), haciendo un énfasis fundamental en desaprender lo conocido. En su opinión “una exposición en si misma debe ser una nueva experiencia, sin grandes expectativas preestablecidas”.
Ante esta propuesta surgieron inmediatamente preguntas como ¿qué debemos aprender de Atenas? ¿cómo desaprender lo aprendido? O ¿es Grecia una metáfora? ¿cómo asistir a una invitación sin expectativas previas?
Las dos locaciones y los diferentes trasfondos y contextos históricos, políticos, socioeconómicos y culturales de Kassel y Atenas influyeron en el proceso de la curaduría de la muestra, y Szymczyk ensayó un par de muestras casi idénticas, especulares la una de la otra, bajo la premisa de la inclusión de al menos una obra de cada artista para cada ciudad.
Para esta edición se invitaron a más de 160 artistas. Ningún gran nombre sobresalía de una lista que privilegió en general obras y artistas de países de Centro Europa, Europa del este, Asia, Medio Oriente y África, sin dejar de incluir trabajos de artistas de América y artistas con “nacionalidades originarias”. Era obvio que no iba a ser una exposición convencional de arte, con obras espectaculares que sirviesen de fondo para un selfie.
La excepción de la regla en la Documenta14 fue la réplica del gran templo de Atenea, con sus columnas forradas con 100.000 libros (una segunda versión del Partenón que Marta Minujín creó en Buenos Aires en 1983). Una obra de una escala que desentona con el conjunto de lo presentado, instalada frente al Fridericianum en Kassel que sirvió de fondo para miles de selfies que se propagaron por las redes sociales.
Se activaron en ambas ciudades más de 35 sedes y durante los 163 días de la muestra asistieron a ellas más de un millón de personas, de los cuales casi 340.000 personas se registraron en Atenas, haciendo de esta edición de Documenta la más visitada hasta la fecha. Asimismo, se puso en marcha un puente aéreo desde el muy pequeño aeropuerto en Kassel con vuelos especiales entre esta ciudad y Atenas. Aún así, la distancia física, imposible de obviar, y otra metafórica, estaban presenten entre ambas sedes.
Aboubakar Fofana
Britta Marakatt-Labba
Pese a esa distancia, en todo el recorrido se apreció claramente una intención de hilar y de establecer patrones más allá de los formales. Esto se manifestó de manera más explícita en trabajos como el del artista maliense Aboubakar Fofana con sus rectángulos de algodón minimalistas teñidos con índigo que hablan de la estrecha relación entre producción y producto, así como el intento consciente de rescatar y preservar técnicas y materiales. Las filosofías ambientales sustentables aparecen en el exquisito aplique bordado Historija de Britta Marakatt-Labba artista sami, se trata de un relato sobre una cultura agraria impulsada por la creencia. Sobre lo sagrado y lo profano. Otros trabajos como el de Cecilia Vicuña están vinculados a estos conceptos.
Cecilia Vicuña
Estas fibras se entrelazan con obras que parecieran disímiles en principio, como las de las activistas sexuales Annie Sprinkle y Beth Stephens que reflejan en sus trabajos individuales dos líneas radicales del arte feminista. Stephens introduce en los 80’s representaciones de las culturas Queer y lésbica, mientras Sprinkle trabajó desde los años 70’s con códigos enraizados en la pornografía, defendiendo los derechos de las trabajadoras sexuales. En el 2005 ambas iniciaron el proyecto que presentan en esta edición de la Documenta a modo de archivo, Wedding Rituals, en el cual ellas se casan con las montañas Apalaches, la tierra, el mar de Venecia, el carbón en España, el lago Kallavesi en Finlandia, la luna, el sol, …declarándose en estas ceremonias (aerophilas, terrophilas, pyrophilas, y acuophylas), traspasando las categorías de la sexualidad conocida y sentenciando en el Manifiesto Ecosexista, lo siguiente: “Acariciamos las rocas, disfrutamos de las caídas de agua, y admiramos las curvas de la tierra, Hacemos el amor con la tierra a través de nuestros sentidos, esta proliferación afectiva, extendida a todo y todos, es un ejercicio no solo de desheterosexualización de las relaciones si no también de deshumanización de los vínculos sociales”.
En oposición a la definición del amor en términos de romance, religión o institución, se busca una definición en términos de política, ecología y arte. Tal como afirma Guattari: La práctica ecosexual busca provocar una revolución molecular de dominio de lo sensible, la inteligencia y el deseo.
Annie Sprinkle y Beth Stephens
La Documenta presentó trabajos de artistas o colaboraciones con personas que pertenecen a grupos autóctonos dentro de regiones o naciones definidas por fronteras que estos creadores desdibujan no sólo desde su trabajo, sino en su relación con el Estado, las condiciones políticas-sociales y en la vida práctica.
Abel Rodríguez
Khvay Samnang
Del artista camboyano Khvay Samnang se presenta un trabajo fílmico que explora las nociones de bordes y fronteras; conectadas desde siempre a dinámicas coloniales y militaristas. El film agrupa el conocimiento obtenido de la convivencia y el trabajo realizado junto al pueblo Chong en el valle de Areng en Camboya. En su obra, Samnang realiza coreografías en las que se acompaña de máscaras elaboradas por él mismo y que representan a los animales que habitan en dicho valle y cuya danza/desplazamiento ilustra un modo de vida que al mismo tiempo delimita el territorio del pueblo Chong. Este proyecto presenta la fragilidad de este territorio: el último bosque de grandes dimensiones que permanece en pie en ese país y que resiste a la amenaza de devastación ambiental.
El espíritu de está obra dialoga con la propuesta del maestro sabedor Muinane, Abel Rodríguez, que desde su sabiduría ancestral cataloga, describe en detalle y hace resistencia desde la memoria de el bosque selvático de la región del alto Río Cahuinarí en la Amazonía colombiana, en su serie de dibujos Ciclo Anual de las terrazas de la selva tropical.
Beau Dick
El trabajo del artista Beau Dick, jefe del pueblo Kwakwaka’wakw ubicado en la costa noroccidental de lo que se conoce como Canadá, es un extenso conjunto de máscaras totémicas rituales de madera de cedro y policromadas en brillantes colores, que fueron desarrolladas por el artista por mas de tres décadas y que hablan del modo en que su comunidad cuenta su propia historia a través de códigos relacionados con su cosmogonía y tradiciones, alejados de la historia oficial del Canadá. Estas máscaras por si solas son una representación muda, ausente; ellas no son independientes y se complementan con la narrativa de la acción performática de quienes las ejecutan. Beau Dick se rehusó a que se le asignara la nacionalidad canadiense así como el status de “indio” y murió días antes de la apertura de la Documenta siendo Kwakwaka’wakw. La presencia de su trabajo evoca y se entrelaza a la vez con la noción de la no-nacionalidad de miles de refugiados que se encuentran actualmente en campos en Grecia, provenientes de Oriente Medio y África.
Hiwa-K
Obras como la de Hiwa K, artista de origen kurdo, pintor realista en el pasado y artista realista en el presente, hablan de migración y de emigrantes en situación de refugiados. Este artista recreó el viaje a pie que hiciera 20 años atrás desde su natal Irak hasta Alemania; esta vez con un espejo en equilibrio sobre su nariz evocando el acto “reflejo” de aquel viaje migratorio. Hiwa K estuvo presente además con un par de poderosas esculturas: One Room Apartment (2017), una pequeña cama de metal en balance sobre una estructura de metal en la fundación Benaki en Atenas, y When we where exhaling images (2017) una compleja escultura de un refugio improvisado para inmigrantes en los jardines de la plaza que se encuentra frente al Dokumenta Halle en Kassel. Ambos indudablemente hacen referencia a los inacabados edificios en toda Europa, tomados por miles de refugiados y las precarias condiciones de vida de éstos.
El video Atlas Fractured (2017) de Theo Eshetu es proyectado sobre la vasta superficie de un banner (valla) que el artista rescató del Museo Etnológico de Berlín en el 2014. El soporte está impreso con cinco marcas rituales que simbolizan las cinco regiones representadas en la colección del museo: África, América, Oceanía, Asia y Europa. Eshetu proyecta aleatoriamente imágenes de las colecciones de museos antropológicos del mundo sobre esta superficie de manera intencional. Rostros fantasmales y borrosos aparecen y desaparecen de la tela, sugiriendo culturas y gentes que se resisten a tener una única identidad. Acompañadas por un frenético sonido compuesto por el artista griego Petros Tabouris y con frases que van desde Hannah Arendt a Charlie Chaplin, el trabajo usa estas voces para denunciar ideologías hiper-capitalistas o nociones neo-liberales sobre la competencia y el mercado. Hay algo encantador tanto por las dimensiones de la pieza como por lo proyectado, así como por el sonido y las voces que se atropellan en el espacio proclamando un simple mensaje de tolerancia y “transnacionalismo”. El mensaje empático de Chaplin sigue estando presente: “¿Más máquinas?, ¡necesitamos más humanidad!”
El trabajo de Andrzej Wroblewsky, quien murió a la temprana edad de 30 años, consiste en un conjunto de pinturas que se alejan de la formula colorista imperante en los años de la post guerra en Polonia. Estas se acercaban un poco al Realismo Social que comenzaba en aquel entonces pero que Wrobleswsky desarrolló de manera muy personal. En sus series Ejecuciones, el artista revive como testigo la inclemente brutalidad de la reciente Segunda Guerra Mundial: ocho pinturas al óleo de gran formato muestran cuerpos en estadios que van desde la vida hasta la muerte, donde ésta última se hace evidente en el color azul de la piel.
Andrzej Wroblewsky
Lorenza Böttner
Una figura que sobresale en la Documenta con fuerza y autonomía es la artista transgenero chilena Lorenza Böttner: una persona que perdió ambos brazos en un accidente y que fue caso de estudio para una tesis sobre discapacidad en la Universidad de Kassel. Su llamado emancipatorio es sobre todo remarcable por su rareza en esta muestra. Su presencia artística está instalada junto a documentación histórica, la tesis de grado, fotografías, dibujos y sus pinturas. De manera central y triunfal una pintura de gran formato: su autorretrato. Una nota sobre ella nos dice: “Lorenza es físicamente discapacitada, no tiene brazos, aun así es capaz de hacer todo lo que otra persona puede hacer… uno de sus mas notables talentos es la pintura, la cual ella realiza con sus pies en las aceras de Nueva York. Ella también es escultora, ceramista y danza.”
La sociedad de Amigos de Halit es un conglomerado de activistas internacionales, investigadores y artistas que investigan el asesinato del joven de 21 años Halit Yozgat, quien fue muerto a tiros en un café-internet en Kassel en el año 2006 por la organización National Socialist Underground de carácter neo-Nazi. El film 77sqm_9:26min (2017), es por primera vez expuesto al público en una instalación de gran escala donde además se presentan copias de las demandas, testimonios grabados, reactuaciones del crimen, grabaciones crudas de manifestaciones de duelo de la comunidad turco-alemana en las calles de Kassel, entre otros. Esta propuesta forma parte de la decisión curatorial de incluir otras voces denominada Parlamento del cuerpo, en un contexto dedicado al arte pero no exento de motivaciones políticas. Esta inclusión nos hace recordar de manera para nada sorpresiva que estas cuestiones de radicalización político-racial no han sido superadas y están latentes en tiempo real en toda Europa, más aún en tiempos de migraciones forzadas.
La sociedad de Amigos de Halit
Nevin Aladag
En la sede del Conservatorio de las Artes de Atenas la presencia del sonido y la música fueron centrales. En la terraza del edificio se instaló una pequeña comunidad tribal con fuertes raíces en la herencia Sami: maderas, objetos, lámparas de rayas UV, sonidos y pieles pertenecientes a la comunidad Sami a la cual pertenece el artista Joar Nango. Allí no solo se ejecutaban actividades programadas sino que el público podía hacer uso libre del espacio para reuniones, cocinar, ensayar, leer o usarlo como sala de descanso o juego, todo enmarcado en una ambientación sonora preparada por el artista.
El artista turco Nevin Aladag, desarrolló una instalación compuesta por muebles, sillas, bancos convertidos en instrumentos y que eran ejecutados bajo instrucciones y partituras descritos por el compositor de casi 90 años Alvin Lucier en su obra I Am Sitting in a Room, en el cual el uso de la repetición y las frecuencias de resonancia del espacio son parte fundamental de un trabajo que sería ejecutado en dos momentos del día por los estudiantes de la escuela de música de la institución que alberga el trabajo.
Otras piezas como las de la pionera de la música electrónica Pauline Oliveros o el ensamble experimental Scratch Orchestra fueron especialmente instaladas y mostradas en esta oportunidad.
La Documenta incluyó en su programa estaciones de radio que trasmitieron 28 piezas sonoras comisionadas para la ocasión y que captaron una audiencia de 700.000 radioescuchas, en nueve estaciones de radio en Grecia, Camerún, Colombia, Líbano, Brasil, Indonesia, Estados Unidos, y Alemania, a través del programa Every Time A Ear di Soun, una colaboración de la Documenta 14 y Deutschlandfunk Kultur . En estos programas de radio se incorporaron trabajos de Marcos Montiel Soto, artista de Maracaibo residente en Berlín y único creador venezolano presente en la muestra de este año.
La artista inglesa Susan Hiller presentó el conmovedor video The Last Silent Movie (2007–2008) donde identifica los últimos trazos o sonidos de lenguas que están desapareciendo o que ya están extintas. Un video especialmente entrañable y que nos deja con una sensación de nostalgia y desasosiego por la pérdida de estas gentes y culturas de las que ya no escucharás jamás un sonido y que de alguna manera anhelas atesorar para siempre.
No es necesario recalcar que estas y otras obras presentes en todas las sedes son de una frecuencia altamente política. Muchas obras no dialogan con cánones de belleza que supuestamente están subordinados al arte, pero tampoco pretenden imponer unos nuevos. En momentos en que presenciamos ataques con bombas químicas en Siria, amenazas nucleares en Corea del Norte o retaliaciones militares por parte de los E.E.U.U. en el Medio Oriente, el cineasta sirio Charif Kiwan perteneciente al colectivo Abounaddara se pregunta: Sí la indignación por eventos como estos permite espacio para la belleza entre tantas victimas.
El artista Daniel Knorr parado al pie de una montaña de basura y materiales recogidos en las calles de Atenas realiza libros por encargo del público con este material de desecho, a un precio nominal de 80 euros. Estos fondos sirven para la realización y continuidad de su pieza Columna de humo, en el Fridericianum en la ciudad de Kassel.
Daniel Knorr
En el trabajo del artista indio Amar Kawar la prevalencia de la oscuridad es muy importante pero no absoluta. Con un extraordinario y sensible video de 84 minutos titulado Such a Morning (2017), nos narra un fragmento de la vida de un reconocido académico quien deja a su esposa y renuncia al mundo para vivir en un obsoleto vagón de ferrocarril. Transforma el interior del vehículo obscureciéndolo de tal manera que pueda perder visión. En vez de esto, sucede una experiencia catártica donde comienza a disfruta de la luz y sus cambios. Comienza a ver (vivir) de nuevo. Las implicaciones de su ceguera temporal están relacionadas con un terror a la oscuridad y lo que ella representa: fascismo, supremacía, dictadura, la violencia o la potencial capacidad de impedir el crecimiento de la vida.
Amar Kawar
Tshibumba Kanda Matulu
Sesenta extraordinarias pequeñas pinturas que datan de fines los años 70’s conforman el trabajo del artista conocido como TKM, Tshibumba Kanda Matulu, donde explora el pasado reciente del Congo y en las que imágenes del día a día se intercalan con los más violentos escenarios de violencia, tortura, corrupción y muerte, dentro de la agitada y atropellada historia política de este joven país africano. Las imágenes están construidas como apuntes personales, con notas al margen; son a la vez caricaturas políticas con agudos comentarios sobre el abuso del poder y los derechos del pueblo. TKM nació en el Congo Belga en 1947, vivió y desapareció en el país que se conoció como Zaire en 1981 y se cree fue asesinado durante los disturbios políticos acontecidos durante ese año.
Ed Hila
En la pintura del artista albano Edi Hila la experiencia de vacío evoca de manera tangible y atemporal la presencia de regímenes totalitarios comunistas, donde las formas oscuras de la ideología hacen de la arquitectura grandilocuente y brutalista testigos de una utopía no alcanzada y alejada de la realidad.
De manera estelar, en una de las sedes de Atenas pudimos observar un fragmento de aproximadamente 8 metros de la obra que la artista colombiana Beatriz González elaboró en colaboración con productores textiles de su país en 1981 y en el que muestra al controversial presidente neogranadino Julio Cesar Turbay Ayala, en una gala de fiesta entreteniendo a sus invitados internacionales. Enmarcada dentro de una estética pop y marginal, esta mordaz e inteligente obra se llama Decoración interior. Este patrón decorativo fue realizado a partir de una fotografía de la prensa nacional (material con el que suele trabajar) y es una escena que se repite indefinidamente y que podía ser adquirido por metros por el comprador.
Beatriz González
Dos proyectos educativos informales y muy particulares fueron presentados a manera de archivos en la Escuela de Artes de Atenas:
Ciudad Abierta es un laboratorio de arquitectura comunitaria y proyecto pedagógico, fundado por artistas y poetas sin ninguna formación en arquitectura, ubicado en una estrecha franja costera de grama y arena al norte de la ciudad de Valparaíso, en Chile.
Dos hitos marcan la historia y la génesis de esta iniciativa. El primero, un viaje que realizó un grupo de estudiantes a través de Suramérica, liderados por el poeta argentino Godofredo Iommi en 1965. Travesía planeada teniendo como guía el mapa de América invertida del artista uruguayo Joaquín Torres-García de 1943, para reestablecer las orientaciones geopolíticas del hemisferio Sur.
Ciudad Abierta
El segundo evento fue la publicación en 1967 del poema colectivo Amereida, a partir de un neologismo derivado de la combinación del título del libro de Virgilio La Eneida con la palabra “América”. Esta Odisea meridional finaliza con una enigmática nota: “el camino no es el camino”—una premonición para los años posteriores sobre la improvisación como principio fundacional de vida y construcción. Quien visita hoy día Ciudad Abierta, se encontrará con un sitio que recuerda la larga historia de migración y vida nómada que ha dado forma al Pacífico Sur, tan alejado de los centros de poder.
El otro caso de pedagogía experimental o relacional que estuvo presente fue el Taller de Danza en San Francisco que fundaron Anna y Lawrence Halprin en 1959. Luego de que Anna se mudase con Lawrence a San Francisco, este construyó una tarima fuera de su casa para que ella pudiese practicar danza. Posteriormente esta tarima se convirtió en un sitio de enseñanza para ella, para sus hijos y para sus estudiantes. En este proyecto participaron entre otros: Trisha Brown, Yvonne Rainer y artistas como John Cage y Robert Morris. El principal propósito de esta organización fue dar la oportunidad a los participantes de explorar otras formas de la danza y desplazar las técnicas que hacían de la danza moderna algo muy contenido.
Anna y Lawrence Halprin
Durante un largo período de 20 años ella desarrolló procesos de trabajo que dieron la oportunidad a los involucrados de moverse libremente con emoción y sensación de comunidad. Estas técnicas buscaban el crecimiento humano, con miras a mantener un vínculo con un comportamiento no verbal, examinando el uso de la expresión física y el lenguaje, que luego devino en una forma única de crear movimientos, la kinestecia que en sus propias palabras es: “el especial sentido de estar despierto a tu propio movimiento y la empatía con los otros”.
Estas experiencias fueron compiladas en un grupo de ejercicios llamados movimientos rituals que modelaron la forma en que ella y sus estudiantes se movían en el tiempo y en el espacio.
Elizabeth Wild
Vivian Suter
Una pequeña sala en Neu Gallery aloja los collages de papel de Elisabeth Wild, artista nacida en Viena y radicada en Guatemala. Junto a las coloridas pinturas de su hija Vivian Suter instaladas en una pequeña sede en Kassel, estas lúdicas obras quizás son las mas vibrantes y alegres en toda la muestra. Presentados en un contexto donde las obras de arte son productos históricos-materiales relacionados a una realidad inmediata, estos trabajos evidencian que el arte se sobrepone a la inmediatez de esos contextos y es en sí mismo una idea y noción de libertad.
Después de todo este desaprendizaje, ¿qué se supone que aprendimos de Atenas? ¿Acaso el aprendizaje se detiene alguna vez?
Gracias.
Luis Romero, 2017.
La visita de Luis Romero estuvo coordinada desde Caracas por el Goethe Institut, especialmente por el director Ulrich Gmünder y de Andrea Angione. En las sedes del evento el apoyo estuvo coordinado por Robin Mallick, director del Goethe Institut Rio de Janeiro de Brasil y Orestis Mavroudis, artista contemporáneo griego.
Todas las imágenes son cortesía de Luis Romero.