Por Laura Soler
Detalle La Regla de la Segunda Orden. Malu Valerio. Premio Mendoza #15
La Regla de la Segunda Orden se titula el estatuto establecido por Santa Clara de Asís para la Segunda Orden Franciscana —primera orden católica formada y regida por y para mujeres desde 1212— y también así se denomina el libro textil que este martes 19 de febrero le mereció a la artista Malu Valerio el Premio Eugenio Mendoza #15.
La fragilidad del tejido y la delicadeza del bordado disimulan la violencia desplegada en la pieza. Enunciados de cada uno de los doce capítulos de La Regla acompañan doce casos verídicos de venezolanas víctimas del femicidio en el extranjero entre 2017 y 2018. Para Valerio, ambos elementos patentan la feminidad vulnerada, que caracteriza su trabajo desde hace seis años.
Detalle La Regla de la Segunda Orden. Malu Valerio. Premi Mendoza #15
En el caso de La Regla de la Segunda Orden, examina la violencia ejercida por las mujeres sobre su propio cuerpo. Por una parte, se encuentran las venezolanas exiliadas, que se auto infligen “al exponerse a entornos violentos, admitir relaciones de pareja de gran carga violenta o [aceptar] trabajos de riesgo que las vinculan con organizaciones delictivas que actúan dentro del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la trata de personas”, explica la artista.
La desesperación conduce a mujeres —que han cruzado fronteras para protegerse— a vincularse a situaciones malsanas, con consecuencias funestas para sí mismas. Mediante su labor, la artista textil y ganadora del Premio Eugenio Mendoza #15 rescata estas muertes del anonimato.
Por otro lado, Valerio advierte que las normas establecidas por santa Clara para sus religiosas eran incluso más “rígidas, severas y castrantes” que los dictados del propio San Francisco. En la Regla percibe los controles que las mujeres se auto imponen, en ocasiones atentando contra su propia salud y vida. Valerio considera que tal fue el caso de santa Clara, quien pasó los últimos 27 años de su vida postrada en una cama, producto de sus ayunos y mortificaciones penitentes.
El premio
Rafael Romero, Dianora Pérez, Malu Valerio, Dulce Gómez y Alvaro Sotillo. Premio Mendoza #15
El Premio Eugenio Mendoza remonta sus orígenes al éxito que representó para la Sala la exposición 11 tipos (1981). La avidez del público por conocer el trabajo de “once tipos” —once rostros relativamente desconocidos— evidenció una escasez de espacios para que los jóvenes artistas exhibiesen sus prácticas.
Por ello, la Sala concibe el Premio Eugenio Mendoza como plataforma para promover y difundir el trabajo de jóvenes venezolanos o residenciados dentro del país. Las recompensas ofrecidas se enfocan en la formación de los creadores.
Este año, el jurado compuesto por el diseñador gráfico Álvaro Sotillo, la artista Dulce Gómez, el curador venezolano Rafael Romero y la curadora peruana Geaninne Gutiérrez-Guimarães coincidió unánimemente en concederle el premio a Valerio. Así, esta disfrutará una residencia artística de tres meses en Lugar a dudas, espacio ubicado en Cali, Colombia, donde podrá trabajar en su exposición individual para la Sala Mendoza, pautada para el 2020.
La comisión considera meritorio el trabajo de Valerio debido a que “su planteamiento a nivel conceptual, material e incluso discursivo se encontraba coherentemente integrado” y, asimismo, por tratarse de “no una obra feminista, sino un ejercicio de sensibilización sobre la violencia y la opresión a la cual está expuesta actualmente la población femenina más vulnerable”.
De igual modo, la artista Dianora Pérez alcanzó la Mención Artista Emergente de la Embajada de España en Venezuela con Defunciones comprobadas, obra que, de acuerdo con el jurado, “se vierte en un proyecto que con pocos elementos plásticos logra generar una amplia y universal significación metafórica que abarca desde el deterioro, el dolor, el olvido y la crueldad hasta la reivindicación de la sensibilidad humana”.
Detalle instalación Defunciones comprobadas. Dianora Pérez. Premio Mendoza #15
En la pieza, 763 virutas de madera rellenan una bolsa negra colocada dentro de una fosa. Cada viruta alude a un acta de defunción hallada durante investigaciones del Presidio Modelo, cárcel construida hacia 1920 en la Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud), Cuba.
Explica Pérez que “cada viruta es un desecho que se produce por la fuerza aplicada al cepillar la madera” y propone que “el poder aplica la tortura como la acción capaz de despojar al ser humano de su esencia para convertirlo, también en un desecho”. Por este motivo, cada viruta ostenta la frase “Vencido con infinita crueldad” en sistema braille, “aludiendo al acto sensible pero invisibilizado por quien ejerce el poder”, señala la artista.
Asimismo, Cristian Guardia obtuvo la Mención Carmen Cordovez Crespo, patrocinada por Henrique Faria Fine Art. Su obra, titulada Desplegable central, consta de un látigo sin empuñadura. De acuerdo con el jurado, “el artista subvierte el sentido de un objeto de poder y castigo —un látigo— haciéndolo bidireccional y omitiendo su empuñadura, de modo que se resemantizan la relaciones de poder, y víctima y victimario reacomodan sus roles”.
Cristian Guardia. Desplegable central. Premio Mendoza #15
La exhibición
La convocatoria del Premio Eugenio Mendoza #15 no limitaba los temas que podían ser abordados. Cada uno de los seis curadores encargados de seleccionar a los doce finalistas —David Ayala-Alfonso, Jesús Alcaide, María Carlota Pérez Appelaum, Patricia Hambrona, Rigel García y Yuri Liscano— escogió sin conocer la preferencia del resto. Por este motivo, resulta llamativa la coherencia que presenta la muestra.
Vista de sala instalación de Rafael Arteaga. Premio Mendoza #15
Habitar un país como este incide sobre la vida y todos sus bemoles. Si bien las obras artísticas exceden la biografía de sus creadores, resulta innegable que las circunstancias vitales y las condiciones materiales forzosamente aguzan la sensibilidad propia de cada uno.
El arte emerge en la descomunal labor de articular en formas nuestros espectros — luminosos o oscuros, individuales o colectivos— y así, estos doce jóvenes evocan un panorama familiar donde conjugan creación en la destrucción y destrucción creadora.
Vista de sala instalación de Manuel Eduardo González. Premio Mendoza #15
En adición a las tres propuestas ganadoras, componen esta edición los trabajos de Alejandro Miguel Torrealba, Emily Jolie, Manuel Eduardo González, María Niño, MAx Provenzano, Néstor García, Saúl Rivas, Rafael Arteaga y Valentina Alvarado Matos.
La muestra permanecerá exhibida hasta el sábado 6 de abril, fecha en la que se otorgará el Premio del público al artista que obtenga mayor cantidad de votos depositados presencialmente en la Sala o vía Instagram.
@laurasolerh
Imágenes cortesía de Sala Mendoza