Félix Suazo
Una década parece un breve tiempo, pero en realidad es una eternidad cuando se vive día a día, minuto a minuto. Más aún, cuando ese lapso ha estado consagrado a la divulgación y reflexión en torno al arte y sus prácticas en contexto, como lo ha hecho la plataforma digital Tráfico Visual, fundada en Venezuela por Ileana Ramírez Romero.
Ahora es momento de cruzar umbrales para enlazar los nuevos itinerarios del arte venezolano en la circunstancia actual, en destinos inéditos, en otros entornos. De allí surge el proyecto “Cruzando la línea”, una tentativa de rearmar el mapa roto y diseminado de la visualidad local. El formato planteado para esta iniciativa, organizada bajo el auspicio del 45 Salón Nacional de Artistas de Colombia y con sede en La Cinemateca Distrital de Bogotá, comprende la realización de tertulias, streamings, podcasts, presentación de publicaciones independientes y proyecciones de cine y vídeo arte, en cuyo marco se abordan las relaciones culturales entre la nación anfitriona y Venezuela, países que comparten momentos de una historia común, de idas y reflujos, tensiones y reencuentros.
Artistas, investigadores y curadores de ambos lados de la frontera intercambian ideas y revisan situaciones que definen un nuevo panorama bilateral. La ciudad, la migración, la memoria son cuestiones medulares que tienen un impacto material y simbólico en la vida de ambos países. El arte —especialmente las prácticas cinemáticas y videográficas— sirve de vehículo para transitar un imaginario complejo, con diversas caras, a uno y otro lado de la línea.
Concebido como una “nube de relaciones”, el programa de Tráfico Visual en el 45 SNA ofrece acercamientos diversos a una realidad altamente volátil, con motivaciones y efectos duales para Colombia y Venezuela, siendo su propósito central la generación de un tejido de convivencia entre dos culturas que, aún desde su singularidad, tienen raíces complementarias. Más allá de la noción territorial y del condicionamiento geopolítico, el proyecto “Cruzando la línea” también es un ejercicio que trasciende el soporte virtual, procurando un emplazamiento presencial para la reagrupación momentánea de prácticas e ideas que forzosamente se debaten entre dos horizontes.
Félix Suazo
Agosto, 2019