Merzbau-Garten es un proyecto de colaboración que crecerá a lo largo de 2020 en tres módulos combinando el trabajo, los conceptos y el trabajo de varios artistas, escritores y diseñadores con sede en Berlín. Inspirado en parte en Merzbau de Kurt Schwitters, el espacio en Kinderhook & Caracas reuniriá de manera orgánica intervenciones arquitectónicas, obras de arte y vida vegetal a lo largo del año, mientras que se manifestará en una publicación paralela y no lineal con contribuciones de todos los participantes.
Un programa de encuentros acompaña la exposición física. El tema aleatorio de cada módulo se determina mediante un diálogo establecido entre los artistas. El módulo I gira en torno a las conexiones entre la mitología del objeto, los jardines de los artistas, las casas museo y la contaminación.
Artistas: Andrea Canepa, Valentina Karga, Eli Cortiñas, Paul DD Smith, Kamilla Bischof, Annika Rixen, Constanza Mendoza, Jesi Khadivi, Santiago da Silva, Nest Design.
Extracto del texto para el proyecto escrito por Jesi Khadivi
I
Oculto por un crecimiento monstruoso
En 1919, Kurt Schwitters comenzó a trabajar en su catedral de la miseria erótica. Poco a poco, la construcción se apoderó de su casa en Hannover hasta que hizo un agujero en el techo y continuó construyendo en el piso de arriba.1 Hasta el día de hoy no está claro con precisión qué contenían las ocho cámaras del Merzbau de Schwitters. Las tres fotografías en blanco y negro tomadas por Wilhelm Redemann en 1933, que han servido de base para numerosas reconstrucciones desde que Merzbau fue destruida por un ataque aéreo británico en 1943, capturaron este entorno dinámico en un solo momento en particular. Sabemos esto: la estructura estaba plagada de agujeros, cada uno de los cuales contenía detalles personales relacionados con personas en particular. Había un hueco para Mondrian, otro para Arp, para Mies van der Rohe, uno para su esposa, otro para su hijo.2 Guiado por un ethos de lo que llamó formung [formación] y entformung [deformación], Schwitters concibió su Merzbau como un organismo vivo, “una metamorfosis dinámica del devenir, más que un fin estático en sí mismo”. 3 Y devoró todo lo que encontró: objetos encontrados, obras antiguas, artículos arrebatados a amigos artistas cuando vinieron a visitar el estudio. Su hambre no conocía límites. No es de extrañar, entonces, que Deleuze y Guattari se refirieran a la construcción de Schwitter como una “casa deseante”, identificando la misma necesidad voraz que caracteriza a sus máquinas deseantes, que no surge de una carencia, sino como una fuerza productiva….]
MERZBAU-GARTEN
Primer módulo 24 julio – 22 agosto, 2020.
KINDERHOOK & CARACAS
Kreuzbergstr. 42E
10965 Berlin
