Por Alejandro Sebastiani Verlezza
El afortunado encuentro desembocó en un proyecto memorable para la poesía y los investigadores vinculados a las artes visuales. Todo comenzó el pasado 9 de enero de 2023, cuando el poeta Rafael Cadenas visitó el Archivo Fotografía Urbana en Caracas, Venezuela. Lo acompañaron sus hijos: Paula Cadenas y Silvio Orta. A partir de entonces se gestó una colaboración que desembocó en el interesante proyecto de digitalizar y documentar buena parte del archivo personal del poeta.
Sobre el resultado de la visita vale repasar la nota publicada por Milagros Socorro. La narradora y periodista recoge el testimonio de Diana López, directora de la fundación dedicada a la fotografía venezolana: “surgió la iniciativa de integrarnos a las instituciones que ya estaban trabajando para la exposición homenaje a Rafael Cadenas que se inauguraría el 27 de abril, en la Universidad Alcalá de Henares con motivo de la entrega del Premio Cervantes. Pero estábamos a pocas semanas de la apertura. Se puso en marcha una actividad febril con nuestro equipo”.
Cuatro meses más tarde se inauguró la exposición en España y se presentó el libro-catálogo este presente es todo. La edición fue posible gracias a dos importantes instituciones españolas —el Ministerio de Cultura y Deporte de España y la Universidad de Alcalá de Henares— y El Archivo, por Venezuela.
El libro-catálogo este presente es todo es una exploración literaria, fotográfica y documental en torno a Rafael Cadenas, el primer venezolano en ganar el Premio Cervantes, el reconocimiento más importante de la literatura en lengua española. Entregado por los Reyes de España, lo han recibido —en sus ediciones recientes— escritores como Sergio Ramírez, Ida Vitale, Joah Margarit, Francisco Brines, Cristina Peri Rossi y ahora Cadenas, el poeta de Gestiones, Amante y tantas obras memorables.
López amplió detalles sobre el proyecto: “para el equipo de El Archivo trabajar con el poeta Rafael Cadenas y sus hijos, Paula y Silvio, fue un proceso enriquecedor, especialmente porque los archivos personales y familiares del escritor estaban llenos de sorpresas y material inédito. El resultado fue un proceso emotivo y a la vez requería de rigurosidad para cumplir con el cronograma establecido”.
“Los archivos”, desde la perspectiva de López, “requieren procesos de conservación, documentación e investigación para poder difundirlos y mostrarlos al público. El archivo de Cadenas, con sus manuscritos y fotos, permitió a la curadora Paula Cadenas y a la diseñadora Teresa Mulet producir una experiencia cercana al autor y sus procesos creativos que se tradujo en una exposición y un catálogo que facilitan la aproximación a su obra de una manera más íntima”.
De hecho, en el sitio web de la propia Mulet es posible consultar un video que muestra —desde la primera hasta la última página— la consistencia visual del tomo, su pluralidad de perspectivas y visiones.
La curaduría que realizó Paula Cadenas —profesora en la Universidad de Paul Valéry en Montpellier— implicó un esfuerzo colectivo —institucional, amistoso, familiar— para ofrecer una imagen más global del poeta, lo cual se refleja en un tomo de gran formato y considerable espesor, flexible en el manejo, acertado en sus exploraciones literarias y plásticas.
Es un homenaje y una memoria de vida, gestada por varios equipos de investigadores en varias ciudades, entre Alcalá, Madrid, Barcelona, Montpellier y Caracas. Como guiño final, vemos ya en las últimas páginas de la edición, se desliza una caricatura de Rayma Suprani: Cadenas con traje de cervantino.
El catálogo abarca las diversas facetas del autor: el poeta, el profesor, el lector, el traductor, el prosista. La edición incluye pasajes escogidos de sus obras (poesía y prosa), textos críticos, generosas muestras caligráficas, una detallada bibliografía y fotografías de primeras ediciones, ideal para los amantes del mundo vintage.
El paseo fotográfico resulta elocuente: es un gran ensayo visual que muestra el repertorio de sus gestos más habituales, pero también ofrece miradas y expresiones no tan frecuentes. En una imagen de Vladimir Marcano, valga el ejemplo, aparece el poeta agitando los brazos con probada fuerza expresiva. El contraste es evidente con la cubierta: Henry Páez lo captó de espaldas, rodeado de sus libros, ante el monitor, custodiado por una lámpara: parece cavilar ante la página.
El tomo incluye, también, considerables imágenes de Caracas, particularmente registra uno de los lugares más entrañables en la vida de Cadenas: la Universidad Central de Venezuela, donde dio clases por muchos años en el departamento de Literatura y Vida de la Escuela de Letras.
Este libro ofrece la visión global de un poeta que desde muy joven encontró a una creciente comunidad de lectores, colegas, estudiosos, interlocutores, editores, admiradores espontáneos y fervientes, libreros y gerentes culturales. Resalta un rasgo: ante los reconocimientos el poeta ha mantenido su gracia humana, el cuidado habitual a la hora de expresarse y una máxima discreción, incluso, hasta para recibir los más justos homenajes, como bien lo es el Premio Cervantes.
Al paso de los días, así como van creciendo los apuntes que suele llevar en su bolso, sigue andando la obra de Cadenas y la nueva confirmación en el terreno europeo de la certeza venezolana: él es un poeta de la lengua hispana.
Es importante resaltar que los archivos familiares pueden alcanzar una dimensión colectiva. Resulta evidente aquí el cruce entre poesía, fotografía y diseño para producir una obra con multiples capas de lectura. Lo mismo ocurrió con la exposición del mismo nombre: este presente es todo. Contó con la curaduría de Paula Cadenas y la museografía de Mulet. Estuvo abierta al público en el Museo Luis González Robles de la Universidad de Alcalá desde el 27 de abril hasta el 30 de junio.
Ambos proyectos bien hacen pensar en las distintas formas de presentar la edición de una obra poética, acompañada de un material reflexivo valioso, capaz de enriquecer las miradas sobre su obra, tal y como ocurre con dos antecedentes importantes: el volumen compilatorio La poesía, la vida: en torno a Rafael Cadenas (Fondo Editorial de Humanidades, Universidad Central de Venezuela, 1999) y Rostros y decires de Lisbeth Salas (La cámara escrita, 2010).
El catálogo este presente es todo puede ser consultado en las siguientes instituciones de Caracas: Archivo Fotografía Urbana y La Poeteca. También se encuentra en el Instituto Cervantes de España y en la misma Universidad de Alcalá de Henares.
A continuación la ficha técnica de la publicación. Sirva para tener una idea aún más amplia de las voluntades y los oficios conjugados en la concreción de este feliz proyecto.
Dirección editorial: Paula Cadenas.
Curaduría de los textos: Paula Cadenas, Daniela Díaz Larralde.
Identidad visual y diseño: Teresa Mulet.
Fotografía de portada: Henry Páez.
Coordinación de producción: Natalia Garcés.
Maquetación y retoque digital: Leticia Alonso, María Durán, Ignacio Garcés, Natalia Garcés, Melanie Tamurejo.
Digitalización, conservación y documentación de imágenes: Astrid C. Hernández, Alfredo Sainz, Marian Lugo.
Textos: Luis Enrique Belmonte, Rodrigo Blanco Calderón, Manuel Caballero, José María Cadenas, Rafael Cordero, Alfredo Chacón, Antonio Gamoneda, Luis García Montero, Olvido García Valdés, Marina Gasparini, Luis Miguel Isava, Verónica Jaffé, Juan Carlos Méndez Guédez, Eugenio Montejo, Antonio López Ortega, Juan Malpartida Ortega, María Fernanda Palacios, Sergio Ramírez, Armando Rojas Guardia, Fernando Savater, Guillermo Sucre.
Fotografías: Archivo familiar de Rafael Cadenas, Archivo Fotografía Urbana, Ramón Paolini, Tito Caula, Andreina Mujica, Ramón Paolini, Vasco Szinetar, Gustavo Artiles, Ángela Bonadíes, Caponi, Efrén Hernández, Vladimir Marcano, Daniel Mordzinski, Nela Ochoa, Silivio Orta, Nicola Rocco, Lisbeth Salas, Anne Joëlle Stéphan, Alejandro Toro.
Impresión: PeiPE SL.
Fuente: Ricardo Lira. Archivo Fotografía Urbana.