De regreso de Salón de Jóvenes con FIA. Muchas caras conocidas del medio y amigos de Facebook. Por ahí vimos y saludamos a Gerardo Zavarce, Carlos Zerpa, José Luis García y Carlos Ancheta.
Primero fueron los discursos de rigor.
Destacaron las intervenciones sentidas de María Luz Cárdenas, Alberto Asprino y Perán Erminy, recordando a María Teresa Castillo y reinvidicando el valor de la tolerancia, …de la integración de las diversas posturas en un mismo espacio de creación cultural.
Después concedieron los premios y las menciones con total justicia. Los ganadores constituyen de lo mejor de la muestra, aunque un grupo de sólidos artistas quedaron por fuera del reparto.
Es el caso de Deva Dasis con su propuesta de pintura políticamente incorrecta, de Rafael Serrano y de Juan Francisco Toro Diez, ambos con un par de trabajos de fotografía impecables.
Apreciamos las piezas de Conrado Pittari, Gerardo Rojas, Florencia Alvarado, Armando Ruíz(se lleva la Palma) y Marco Montiel Soto(segundo lugar aunque se merecía el primero).
Pittari deconstruye un fragmento de video de “Por estas Calles” para convertirla en una imagen abstracta de corte cinético, cuestionando el origen de la tendencia explotada en el tercer milenio.
Armando Ruíz presenta una demoledora repisa llena de armas con empuñaduras de hueso. Crítica a la violencia primitiva enquistada en el país.
Marco Montiel le pone cabeza de felino a un ícono patrio, mientras borra el contenido de un billete con la cara de Bolívar. Dos formas de expresar la actual épica del desencanto hacia los íconos nacionalistas.
En paralelo, Toro profundiza en sus investigaciones dedicadas a retratar los efectos y secuelas de la Caracas Sangrante.
En general, un salón marcado por el afán y la necesidad de leer, con mayor o menor ingenuo, las diferentes problemáticas de la realidad vernácula.
No faltan los “Pirellitos” de siempre, los hijos de papá y los recicladores de costumbre. Descubrí robos y clichés por la calle del medio. Lo normal en dichos contextos.
Aun así, considero positivo el balance, pues apuesta por el compromiso en un año clave para el devenir de la plástica y del acontecer republicano.
Se los recomiendo con los ojos vendados.
Mis respetos para los curadores.