El curador entró en crisis. Asumir que es la persona responsable de guiar la mirada de los espectadores en una exposición lo llevó a cumplir una labor obsoleta desde finales de los años 90. Así lo asegura el curador español Valentín Roma, quien vino al país para participar en la segunda edición del Taller curatorial experimental II 2012, que se realizará, con una serie de foros, hasta el domingo en Periférico Caracas.
“Ese curador -autor que construye el sentido de las exposición y utiliza las obras como una tesis preexistente ya no tiene nada que ver con las nuevas propuestas artísticas ni con la realidad del Arte Contemporáneo. Es decimonónico. Hay un cambio en la mirada”, dice.
Para el experto español, el curador tiene que dejar de ser una figura mediática. Incluso, es necesario que pierda la atención de la audiencia para que las obras se puedan observar sin tener que estar filtradas por su mirada. “El curador es alguien que da contexto, que traduce unas experiencias artísticas, pero también plantea un territorio genérico y traduce esas propuestas”, apunta.
A partir de esta concepción, Valentín Roma asegura que los trabajos que se presentan en el Taller curatorial podrían definirse como un catalogo que muestra las preocupaciones que tienen hoy los curadores.
Esto lo afirma al recorrer las siete propuestas curatoriales que se encuentran en Periférico Caracas. Por ejemplo, del proyecto de Emilio Narciso destaca que hay una reconstrucción arqueológica de la memoria, pues a través de las piezas de Claudio Perna Nela Ochoa y Carlos Zerpa, “traza un relato sobre el arte venezolano conceptual de los años 70”.
Roma destaca que el trabajo de Jesús Torrivilla, quien aborda una exposición acerca de la identidad sexual con fotografías de Érika Ordosgoitti, Deborah Castillo y Lucía Pizzani, surge un relato breve. “Es un recorrido por obras que hablan de la femineidad. Un concepto que problematiza la representación de lo femenino como una disociación del sexo”, apunta.
Acerca de la propuesta de Ricardo Sanz, que decidió dialogar con obras de Eduardo Kairuz, Valentín Roma asegura que el curador se apropió correctamente del espacio. “Es una intervención donde el reto curatorial es establecer el diálogo con el trabajo y el espacio. Aquí lo consigue”.
Del proyecto de Marisela Chivico, que unió el trabajo de Ani Villanueva, Javier León, Nela Ochoa y Pepe López, el curador español afirma que ahí se establecen una serie de parámetros objetuales. Es una exposición muy bien hecha y limpia. Los objetos brillan sin que el curador haya incorporado casi nada de su parte”, comenta.
Es la curaduría de Nicolás Gerardi, que se apropió de videos políticos intervenidos por usuarios de Youtube, la que Roma define como un web master. “Aquí se convierte en un editor web, en un recolector de experiencias que nada tienen que ver entre sí”.
Además, destacó el trabajo pedagógico de Leyla Dunia y Oriana Hernández, que incluyeron entrevistas a diversos curadores. “Son documentos sonoros que complementan las inquietudes de todo el taller”.
Al final solo queda pregunta sobre cuál es el reto que debe afrontar hoy el curador. Valentín Roma no vacila en su respuesta. “Es la necesidad de no tener que demostrar en cada exposición que los curadores tienen criterios para seleccionar las cosas, sino mostrar que el sentido es la mediación y la gestión. Ese es el trabajo imprescindible del curador, todo lo demás no importa ya”, remata.
Fuente: eluniversal.com