Entrevista a la curadora Julieta González sobre la exposición ‘Parque Industrial’ en la galería Luisa Strina, Sao Paulo

Parque Industrial

Del 3 de septiembre al 3 de noviembre de 2012

Galería Luisa Strina

Rua Padre João Manuel, 755, 01411-001 Sao Paulo, Brasil

 

Ileana Ramírez: cuando visité la exposición Parque Industrial en la Galería Luis Strina me llamó la atención la manera en que planteaste el discurso. Como tu misma mencionas en tu texto, representan actos de una obra teatral.

 

Julieta González: la idea de la obra teatral tenía que ver con Brecht y de cómo usar sus técnicas del teatro épico aplicadas al ejercicio curatorial. Hace un tiempo que me intereso en la idea del extrañamiento como experiencia fundamental en las formas estéticas que aspiran tener una función social o política si se quiere comenzando con los formalistas rusos de comienzos de siglo, el concepto de priem ostranenie, formulado por Viktor Shklovsky, que es de donde proviene el posterior Verfremdungseffekt de Brecht, quien visitó Rusia a comienzos de los años 20 y fue muy influenciado por estas ideas y por el teatro de Meyerhold, por ello decidí crear situaciones que justamente se articulaban a partir del extrañamiento desde el Marx afuera del edificio, en un contexto de paisajismo tropical y afuera de un edificio corporativo en una de las zonas más acomodadas de Sao Paulo.

 

Ileana Ramírez: ¿”Extrañamiento”?

 

Julieta González: extrañamiento es hacer que algo familiar resulte extraño. No es el unheimlich de Freud pero es algo parecido: la idea de los constructivistas era que a partir del extrañamiento podía lograr que el espectador tuviera una toma de conciencia, al ver situaciones familiares que por alguna razón (descontextualización, repetición, etc.) llevaran a esta experiencia de extrañamiento.

El otro momento de extrañamiento era la entrada de la exposición, donde se transformaba la galería en una boutique. La obra de Muntadas, Quarto do fundo, también contribuía a esta serie de momentos de extrañamiento, el exhibir el aparato productivo de la galería; las oficinas y a los trabajadores y a la patrona con los espacios donde trabajan respectivamente también.

También incluí una serie de obras cuyo material principal era la madera, que aparecían reiterativamente a lo largo de la exposición y eran todos objetos que por un cambio de proporción de sus partes o del orden de sus partes o de su configuración en conjunto resultaban también extraños y contradecían su función.

 

Ileana: ¿Por ejemplo?

 

Julieta González: escogí la madera por la cita de Marx del primer capítulo del Capital (que incluí en las citas en rojo que estaban en el folleto) donde habla de las cualidades misteriosas de la mercancía, y ponía como ejemplo la mesa. La primera sala era el primer acto de la obra, era la primera instancia de extrañamiento en la exposición, era el lugar desde donde se podía desplegar este teatro de objetos que buscaba mostrar la serie de relaciones de trabajo inscritas en la mercancía.

 

 

Ileana: ¿Qué relación hay entre el título de la exposición y el de la novela de Patricia Galvao?

 

Julieta González: en realidad la exposición toma el nombre de la novela de Pagú y una cierta estructura narrativa a partir de los títulos de los capítulos de la misma, pero de ninguna manera es una ilustración de la novela.

Sin embargo me interesaba, ya que estaba en Sao Paulo, tener una conexión con el imaginario paulista, y esta novela, aunque poco conocida por mucha gente es emblemática de las relaciones que existieron entre la primera vanguardia modernista brasileña y los movimientos políticos en Brasil.

 

Ileana Ramírez: De ese ejercicio curatorial: al proponer la exposición como una obra teatral, ¿qué tensiones colocaste en juego? ¿Qué fue lo más complejo del proceso?

 

Julieta González: como te dije, me interesaba poner en práctica las técnicas de desfamiliarización o extrañamiento de Brecht, también porque me interesaba la idea de extraer la condición narrativa de los objetos, usarlos como “actores”.

 

Eso tiene que ver también con la novela Les Choses. Une histories des années soixante de Georges Perec, donde el objeto tiene una función estructural. Por otro lado es una novela profundamente anticapitalista que a través de la enumeración de objetos hace una crítica muy incisiva de la sociedad de consumo en Francia durante los años sesenta. Por eso el primer acto de la exposición se llamaba “Les choses” justamente apelando a esa función estructural del objeto dentro del relato (en este caso curatorial).

 

Ileana Ramirez:  ¿De qué manera se evidencia en Parque Industrial la conjunción del arte y la política? ¿Crees que una exposición como ésta hubiese tenido similar recepción en otra ciudad de Latinoamérica?

Julieta González: en cuanto a la conjunción entre arte y política, es un tema largo y complejo que no sé si puedo abordarlo aquí. Pero en breve, justamente el uso de las técnicas de Brecht fueron fundamentales para no construir un panfleto sino una exposición de objetos de valor en una galería comercial que contaban otra historia, una historia de obreros, de enajenación, de construcción de subjetividades en el ámbito laboral, en fin, una historia que ha fascinado a los artistas desde las vanguardias soviéticas hasta el día de hoy.

En cuanto a tu última pregunta, la verdad no sé, es decir, esa exposición fue hecha pensando en Sao Paulo, en la galería Luisa Strina, aunque obviamente podría adaptarla y hacerla de manera un poco diferente (hay muchas otras obras que hubiese querido incluir pero el espacio no daba para eso), es decir, podría hacer una exposición grande de cada acto que conformaba la exposición en SP y de hecho son ideas que vengo trabajando desde hace tiempo y ahora quiero desarrollar en una exposición más grande. Por otro lado, obviamente esta exposición era una forma de reclamar el color y la ideología roja, que ha sido tergiversada y malentendida por la cultura cuartelaria que ahora gobierna Venezuela.

Creo que Parque Industrial es una exposición que puede ser legible en cualquier lugar. En todas partes existen mercancías, fábricas, y ese tipo de experiencias. El hecho de que se llamara Parque industrial, en alusión a la novela de Pagú no la hace exclusivamente paulista, de hecho allí pocos conocían la novela, pero para uno que viene de otro contexto social toca muy de cerca.

 

Ileana Ramírez: ¿Cómo observas los procesos de producción estética en la actualidad y sus relaciones con el sistema de mercado, comparándolos con la etapa del Constructivismo y Produccionismo?

 

Julieta González: Creo que son muy distintos ahora. Las relaciones con el mercado son también absolutamente distintas. Sin embargo el deseo de transformación social a través del arte que animó las vanguardias rusas sigue muy vivo entre muchos artistas, curadores, etc. Pero creo que no tienen mucho que ver con el mercado. Yo veo el mercado como algo circunstancial, existe, vivimos con eso, pero para mí, en lo personal, no existe como generador de discursos, en todo caso de críticas pero muchas se quedan allí cuando son literales o panfletarias.

 

Texto de sala de la exposición

 

Imágenes: Galería Luisa Strina e Ileana Ramírez.
*Agradecemos a Julieta González por haber concedido esta entrevista
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