Inauguración: Miércoles 5 de diciembre, 7:00 pm
Del 5 de diciembre 2012 a febrero 2013
Lugar: Hotel Paseo Las Mercedes. Nivel PP
Valerie Brathwaite, ritmo y pasión vital
Escultora, dibujante y grabadora, Valerie Brathwaite es una artista polifacética de gusto exquisito y energía proverbial, que ha imbuido sus formas orgánicas con la vibrante musicalidad, color y sensualidad del Caribe y que fue adoptada con gran cariño por la comunidad artística venezolana desde su llegada al país a finales de los años sesenta. Un fascinante personaje, pleno de contagiosa alegría vital, que es objeto de una exposición-homenaje a partir de este miércoles 5 de diciembre. Esta exhibición ha sido organizada por Suwon Lee (artista y co-directora del espacio de arte contemporáneo Oficina #1) quien, además de hacer una selección de fotografías de su archivo personal, invitó a otros artistas y amigos de Brathwaite como Beto Gutiérrez, Karim Dannery, Ricardo Jiménez, Manuel Lebon, Antoinette Roche y Luis Romero, además de la misma Lee, a participar con retratos, poemas y objetos intervenidos relacionados con la artista.
Valerie Brathwaite, nacida en San Fernando, en la vecina isla de Trinidad, tuvo amplios períodos formativos en Inglaterra, Francia, Suecia y la propia Venezuela, patria adoptiva desde 1969, creando desde entonces sus bien conocidas obras escultóricas derivadas de las formas de la abstracción orgánica, que siempre se fueron revitalizando con nuevos materiales y procedimientos. En sus grabados y obras en papel (relieves, serigrafías, dibujos y collages) los volúmenes escultóricos se simplificaron creando líneas sinuosas que emulaban hojas y ondas. En su obra más reciente, Brathwaite ha creado unas formas escultóricas realizadas a partir de textiles rellenos, otras son piezas colgantes así como también desarrolló unos collages de papel sobre papel translucido que expresan la sinuosidad de sus formas orgánicas y una relectura en su estética particular. Con un legado artístico que perdura en el tiempo, Valerie Brathwaite ha estado exponiendo desde inicios de los años 70 y sus muestras individuales sobrepasan la veintena y además su obra está representada en los principales museos del país tales como el Museo de Arte Contemporáneo, Museo de Bellas Artes, Galería de Arte Nacional, Museo Alejandro Otero, Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez. Entre los galardones recibidos ha merecido el Premio Nacional de Escultura-Pequeña y Mediano Formato en 1976.
In The Mood for Valerie
La comunidad artística y amplios sectores del público capitalino también conocen otras facetas no menos creativas, refinadas y expansivas de Valerie Brathwaite, personaje siempre de vanguardia por su admirable e inagotable energía, algo por lo cual le ha sido muy fácil relacionarse con personas de diversas edades. En primer lugar es importante mencionar su amor por la buena música jazz y étnica, la cual ha colocado en diversos eventos con muy buena acogida; una sensible cultora de las tardes de te entre amigos (experta en las mejores infusiones) y también excelente chef de raigambre caribeña, que organiza memorables banquetes. Finalmente, sus vestidos y accesorios, en particular sombreros y brillantes collares siempre han dado mucho que hablar a diversas generaciones de diseñadores y estetas, y yo no la vería nada fuera de lugar en algún refinado filme de Wong Kar-wai al estilo de In the Mood for Love.
Ciertamente, poseedora de una musicalidad y sentido del ritmo innatos, Valerie se ha paseado por buena parte de la música jazz y étnica creada en diversas zonas dentro y fuera de Africa, y esto fue un punto de encuentro conmigo, incipiente pinchadiscos desde los años noventa. Desde entonces uno de mis grandes placeres era mostrarle a Valerie nuevas grabaciones de artistas africanos, norteamericanos o caribeños que se sumaran a su ya vasta colección de discos de vinilo, discos compactos y otros formatos. Sin embargo, su primorosa colección de vinilos de jazz fusión, soul y artistas africanos siempre me fascinó, por ser yo también un ávido coleccionista de grandes obras maestras fonográficas de todos los tiempos y que enorme placer ha sido sentarse en numerosas ocasiones en la sala de su pequeño apartamento a escuchar antiguas grabaciones de pasta sorbiendo una suntuosa infusión de te, escuchando los alegres comentarios de una mujer y artista excepcional.
Manuel Lebon