“Un artista ejerce la política en su obra, con su obra; no ocupando un cargo burocrático en la administración del Estado, o militando en un partido. Un artista contribuye a que la política cumpla su cometido de hacer posible la relación entre los diversos, la relación entre los originalmente a-políticos.” Rafael Castillo Zapata
Este 15 de julio, Mérida se transforma en la capital de la cultura venezolana. Se trata de un esfuerzo inmenso articulado por las direcciones de cultura de la ULA, UCV, LUZ y UDO, junto al Orfeón y al Centro de Investigaciones Estética de la ULA.
Se trata de una respuesta, una proposición, una apuesta, una aventura que está inserta dentro de una larga trayectoria del sentido de la Comunidad Intelectual organizada, institucionalizada en las universidades. Tal propuesta, quizás, en el estado andino se remonta al pensamiento de Alberto Arvelo Ramos quien imaginó al estado como un anclaje cultural del país; a finales de los noventa promovió y consolidó el proyecto de la Zona Libre Cultural, Científica y Tecnológica de Mérida y aún cuando la burocracia ineficiente, la incomprensión de la envergadura de tal política y la estupidez oxidada de los aparatos institucionales defenestró aquella iniciativa, podemos afirmar sin ambigüedad que renace en el movimiento que se activa en estos días.
Se trata de un programa cultural donde se combinarán las diversas manifestaciones del arte y múltiples aproximaciones de artistas, pensadores e investigadores nacionales e internacionales donde los asuntos de la cotidianidad en nuestra coyuntura y condición epocal se tornarán el centro de la reflexión. Será un banquete estético, ético y político. La música será la anfitriona para dar paso a la celebración de los 10 años del Festival de Cine Venezolano, a la III Bienal Internacional de Arte Contemporáneo y al X Simposio Internacional de Estética y Arte Contemporáneo.
Participarán 80 artistas entre nacionales e internacionales, 40 ponentes y se dictaran talleres en las prácticas contemporáneas del arte. La temática central girará en torno al problema de la violencia y la paz en el arte urbano, se trata de dar cuenta distintas formas y en distintas claves de aquello que acontece en nuestras ciudades reales y virtuales.
Quizás la acción política del esfuerzo, del amigo, pensador y gerente cultural, Mauricio Navia, podría resumirse con aquello que afirma Rafael Castillo Zapata a propósito de Rómulo Gallegos:
Su acción política es una acción estética: su manera de actuar políticamente es tratando de interpretar el mundo desde la ficción para ofrecer a sus conciudadanos razones para sostener la convivencia, razones para mantener la relación entre diversos que hace posible la nación, que hace posible la existencia de una polis. Por eso se convierte en modelo para jóvenes de Contrapunto… (Castillo Zapata, 2013, págs. 197-198)
Invitamos, con entusiasmo, a participar en tan extraordinaria iniciativa.
Jonathan Alzuru
Descárgalo aquí Programa Semanas Cultura de Paz ULA 2014-2-1
Fuente: Teresa Mulet
