Días ejemplares / recordando la causa de H.R. se titula la exposición que reunirá a tres artistas venezolanos (Garza, Vinck y Yance) nacidos en la ciudad de Maracaibo, junto a textos por Paola Nava y Aixa Sánchez, ambas venezolanas. Ironizando sobre el momento político que actualmente viven los venezolanos como unos “días ejemplares”, esta exposición se propone como una reconstitución de escena: la escena artística de Maracaibo a comienzos de la década anterior, que progresivamente se ha ido fragmentando en los últimos años—los tres artistas que participan de esta muestra, por ejemplo, viven actualmente en países distintos separados por miles de kilómetros de distancia.
Dando a conocer la obra de artistas emergentes de un país cercano y con una importante comunidad inmigrante en Chile, con “Días ejemplares” la galería Salon Andonie, en Santiago de Chile se propone aportar al reforzamiento y la reconstrucción de los lazos que unen a los distintos pueblos de nuestro continente, para el enriquecimiento del arte contemporáneo latinoamericano, y su discusión y difusión en Santiago de Chile.
Días Ejemplares / recordando La Causa de H.R.
Por Paola Nava y Aixa Sánchez
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El sol que hace en esta ciudad es tan calcinante que se dice que, si se le ve fijamente por un rato, puede dejarte ciego. Una vez, cuando era pequeña, conocí a un niño que no podía abrir los ojos porque había mirado sin descanso al sol. «¿Por qué observó tanto la luz?», me pregunté. Sin embargo, no insistí en saber más. Fue suficiente con verle los ojos achinados y el ceño fruncido, ¿no tenía ojos o se le habían quemado y ya no podría abrir más los párpados? Entendí entonces su dificultad para jugar con nosotros en el patio de la casa de mi abuela. Pienso en ese día, cuando mi primo Yeison sostenía la pelota al otro lado de la reja y me gritaba: «Deje de verle tanto a la cara, respete. ¿No ve usted que está ciego?». Desde entonces su recuerdo se ha mantenido recurrente en mi memoria, el recuerdo de un niño que, por haber visto fijamente el sol, se había quedado ciego y que desde ese momento solo era capaz de caminar bajo la sombra.
Días Ejemplares… es un viaje hacia un territorio doméstico, una suerte de reunión donde el hacer artístico se entrelaza a la historia de una ciudad que desde siempre se ha construido desde un imaginario colectivo, en la que no existen certezas sino cuentos que se transforman y regeneran en el tiempo.
Maracaibo es un “infiernito de asfalto y tierra amarilla”, una ciudad en la que salir de día significa exponerse a un clima caluroso y extremo, una ciudad que nunca aceptó su condición selvática y que fue construyéndose a partir de intervenciones extranjeras, una ciudad que es muchas ciudades, que se concibe con una identidad propia, pero que ha ido mutando, transformándose. Tanto así que Maracaibo es una ciudad en la que incluso con tanto brillo los vampiros también pueden vivir.
Y es desde la sombra, desde lo oculto, que es importante hablar, porque es allí donde nace la comunidad de artistas de los Días Ejemplares…: en la oscuridad que la ciudad propicia, en ese caminar bajo la sombra porque el sol pica en la cara y hay que ver qué se puede hacer en casa. Entonces, conociendo esa opacidad que otorga el estar bajo techo, los elementos se abren a múltiples posibilidades: una casa se transforma en un laboratorio donde el contacto con los objetos es una terapia, un juego doméstico que constantemente realiza teorizaciones con el instinto, con un sentir que viene del canto y es capaz de reflejarse en la mancha verde y negra. «Yo veo el David de Michelangelo en cada esquina de mi casa». Pero, ¿qué es lo que se ve cuando se ve al David en la esquina de la casa? El deseo de hacer de ese encierro un lugar abierto para imaginar, para crear territorios donde todo es posible.
Días Ejemplares… es un mapa extendido de ese territorio, en el que cada pieza es una pista que lleva a otra para poder narrar una historia en común. Es una celebración de esta comunidad y un canto a Maracaibo.
Paola Nava
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La concurrencia en un mismo espacio expositivo de los artistas Juan Pablo Garza, Christian Vinck y Raily Yance es algo que cualquiera que los conozca pensaría como algo natural. Pero no porque haya sucedido frecuentemente sino más bien por los conocidos vínculos amistosos existentes entre ellos, así como por las numerosas colaboraciones, de naturaleza diversa, que a lo largo de los años han experimentado.
También es importante señalar que en esta “Causa” que hoy convoca a estos artistas, sin ánimos de caer en localismos, y mucho menos en regionalismos, hay un territorio a considerar, que es mucho más que un telón de fondo: de sus memorias y de las experiencias allí vividas provienen buena parte del imaginario que atraviesa las propuestas de un importante grupo de artistas nacidos en la ciudad de Maracaibo, quienes al cabo de menos de una década han logrado insertarse con marcado protagonismo en la escena del arte emergente de Venezuela.
Esta suerte de “avanzada”, de “conquista del centro”—la capital del país—de parte de su eterno “rival”, si bien ha tenido numerosas causas de naturaleza culturales y económicas (por ejemplo: “la Velada de Santa Lucía”), a efectos de dar contexto a estos Días ejemplares…, lo que nos interesa en primera instancia es destacar la existencia de un grupo de amigos-artistas-músicos que comenzaron a configurar una escena artística, completamente alejada de las fuertes tradiciones afianzadas en el ámbito zuliano, que posteriormente tendría en AlBorde—un espacio independiente dirigido por artistas, entre ellos Juan Pablo Garza—el lugar ideal para ensayar las propuestas de muchos de estos nuevos creadores. Así, entre finales de 2010 y comienzos de 2014, éste se convirtió en el epicentro de una movida, y de una pequeña comunidad, de artistas jóvenes y experimentales de Maracaibo.
Como ya señalamos, desde aquellos días que anteceden a estos Días ejemplares… ha sido frecuente entre estos artistas—así como entre otros no presentes en esta exposición—un trabajo colaborativo, el traspaso de influencias, el contagio de intereses, la reflexión compartida y una voluntad de asociación. Por ello esta exposición debe entenderse como una práctica de curaduría colectiva, como un nuevo ensayo orientado a la producción de una experiencia expositiva-instalativa, donde los trabajos de estos artistas-curadores funcionan desde sus singularidades hacia la configuración de una totalidad, que es la posibilidad de ponerlas a funcionar en su relación con las otras.
Es así como Días ejemplares…, más que una exhibición que pretenda visibilizar o problematizar un argumento único, es una apuesta lúdica que hace concurrir a tres artistas que, desde sus diferencias y sus particulares estrategias de creación, se vinculan por la pertenencia a una pequeña e íntima comunidad de cómplices, por el manejo de un imaginario compartido, y por una peculiar manera de relacionarse con el entorno. En Días ejemplares… lo cotidiano, lo popular y lo “local regional” es el motor que da arranque a un conjunto de piezas que están continuamente remitiéndose a un “algo” que las antecede. Recreando una especie de cartografía ficcional común, en las pinturas, ensamblajes y objetos presentes en esta exposición se despliegan, como enigmas, una serie de personajes, datos, citas, chistes privados, momentos, situaciones, objetos y experimentos, que forman parte del repertorio creativo y existencial de estos artistas, con los cuales obligan al espectador a armar una suerte de rompecabezas sin solución posible. Porque, si bien desde su título la exposición sugiere la existencia de una historia… (¿la Causa de H.R.? ¿y quién es H.R.?), estas interrogantes quedan abiertas, ya que a esta suerte de “santuario doméstico” que es esta muestra, solo se le puede “acceder” a través de las hendiduras de la amistad.
Sin embargo, hay claves menos herméticas: es precisamente en lo doméstico, en lo cotidiano, en lo próximo, donde estos artistas se encuentran en sus estrategias, aun cuando sean significativas las diferencias en las resoluciones formales y en los argumentos de sus obras. Todos ellos coinciden en la toma y uso de objetos o referentes de su entorno—cultural, familiar, territorial—como punto de partida para el desarrollo de sus trabajos. De muy diversas maneras, estos artistas han desarrollado sus propuestas a partir del procesamiento, la transformación o resignificación de los más diversos y banales elementos extraídos del mundo material inmediato.
En el caso de Christian Vinck (1978), él ha desarrollado una obra pictórica en la que con sus trazos espesos, viscosos pero a la vez minuciosos, es posible seguir el recorrido de aquellas imágenes que han configurado su universo personal: desde las de objetos de su vida cotidiana, pasando por las de sus intereses personales—musicales, literarios o deportivos—, hasta llegar a las de sus investigaciones temáticas emprendidas en relación a la historia, el arte, la cultura y el territorio.
Por su parte, Juan Pablo Garza (1980) ha ido estructurando una obra alrededor de una serie de formas y objetos con los que ha construido un sistema que se rige por una gramática propia. Trabajando una suerte de “abstracción blanda”, las obras de Garza se formalizan en pinturas, esculturas, ensamblajes, fotografías o piezas de medios mixtos, realizadas a partir de materiales y objetos ya existentes, la mayoría de ellos extraídos de su contexto familiar y doméstico.
Finalmente, Raily Yance (1989) es un productor de potentes cócteles en los que mezcla lo que denomina el “contradiccionismo” con una “teorización intuitiva” a través de una “materialización absurda”. Plagada de falsos teoremas, proposiciones estrambóticas y conceptualizaciones inusitadas, Yance tiene la capacidad de transformar toda clase de objetos, situaciones y experiencias de la vida cotidiana en acontecimientos artísticos que van desde instalaciones o situaciones participativas hasta esculturas pobres, videos y pinturas autorrefenciales.
Aunque parezca insistente es necesario reiterar que Días ejemplares… es una reunión de amigos, un encuentro que ahora—en los tiempos de la diáspora venezolana—se da en la distancia, a pesar y gracias a la distancia que los separa. Sin embargo, acá no hay espacio para la nostalgia: en la “pequeña Venecia” la Causa de H.R. suena a gaita.
Aixa Sánchez
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Christian Vinck
Vista de sala. Días ejemplares. Recordando La Causa de H.R. Salón Andonie, 2017
Raily Yance
Raily Yance
Juan Pablo Garza
Juan Pablo Garza
Aixa Sánchez es periodista, editora, gestora, investigadora y curadora de arte contemporáneo en Venezuela. Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello (Caracas) ha realizado estudios de especialización en Museología y de maestría en Estudios Literarios en la Universidad Central de Venezuela. Fue Directora Ejecutiva de la Sala Mendoza y Directora Asociada de Oficina #1. Se desempeñó como investigadora en el Museo Alejandro Otero y como jefe de redacción de la Revista Estilo. Fue co-editora del libro “Sala Mendoza.1956-2001. 45 años de arte contemporáneo en Venezuela”, entre otros desempeños profesionales y proyectos independientes.
Paola Nava es Licenciada en Comunicación Social, mención periodismo, de la Universidad Rafael Belloso Chacín de la ciudad de Maracaibo y directora de la revista literaria independiente INSILIO. Actualmente trabaja en Galería Abra (Caracas) mientras cursa el diplomado en Historia del Arte Occidental en la Universidad Metropolitana de Caracas.
Días Ejemplares. Recordando La Causa de H.R.
Juan Pablo Garza – Christian Vinck – Raily Yance
Inaugura el jueves 15 de junio, 2017. Salón Andonie, ubicado en la calle Ismael Valdés Vergara #326 sexto piso.
*Agradecimientos a Paola Nava y Aixa Sánchez por ceder este documento.