En esta segunda entrevista Flavio Suárez Fombona habla de la “ligereza” de los postulados curatoriales, la “falta de posición definida” y, más importante aún, del cuestionamiento de las herramientas culturales que emplea.
Félix Suazo: ¿Para qué la curaduría?
Flavio Suárez Fombona: Para nada, tal vez para confundir. Los curadores se empecinan en escribir pseudo-ensayos sin metodología ni propósito.
FS: Pero, según se dice, la curaduría tiene una función mediadora entre la producción y la recepción del arte.
FSF: Eso es correcto. Sin embargo, “mediar” no es “imponer”; es orientar, facilitar, desarrollar argumentos.
FS: ¿No es eso lo que hacen los curadores?.
FSF: Eso es lo que deberían hacer; pero no es lo que están haciendo. Cada vez es más evidente la disparidad que hay entre las obras y lo que dicen los curadores que en realidad quieren hacer teorías absurdas, traídas por los cabellos.
FS: Puede decirnos algún ejemplo.
FSF: No, porque en realidad me refiero al estado general del campo curatorial, saturado de falsos eruditos. La curaduría no es filosofía, sino una combinación de intuición y reflexión para proponer lecturas inéditas. Quien quiera escribir un tratado de estética o de filosofía que lo haga, pero la actividad curatorial no es para eso.
FS: ¿Y para qué es la curaduría?
FSF: Para compartir la visión, no para decretar qué es lo que hay que ver.
FS: ¿Usted propone un curador más humilde, menos protagónico?
FSF: Pues sí. Imagino una curador no invasivo, que respete la singularidad de las obras y los artistas, que acepte que no todo tiene explicación y que a veces es preferible hacer silencio.
FS: ¿No cree que ya hay mucho silencio e incomprensión en torno al arte?
FSF: Lo que hay es mucha confusión, mucha gente opinando. El relativismo curatorial ha borrado la distinción entre lo excepcional y lo banal, sugiriendo que todo es válido si viene asociado a una idea.
FS: ¿Y no es así?
FSF: Claro que sí, pero no todas las ideas son válidas ni todos los que hacen curaduría tienen ideas. Muchas veces lo que se presenta como curaduría es una ocurrencia o un juego de palabras sin verdadero fundamento.
Curadores go home (Cartel). Espacio Aglutinador. La Habana, 2008. Fuente: espacioaglutinador.com
FS: ¿Dónde se forman los curadores?
FSF: Trabajando.
FS: Si, claro, pero se trata de una actividad muy especializada para la cual hay diversas ofertas de formación en la actualidad: talleres, cursos, postgrados.
FSF: Si, efectivamente, hoy existen todas esas opciones. Sin embargo, nada de eso es suficiente si no se encara la práctica, que es mucho más rica e imprevista de lo que ofrecen las estudios. ¿Para qué necesitamos licenciados y doctores en curaduría si nunca han levantado un cuadro del suelo, o no le han agarrado el peso a una escultura?
FS: Se supone que para esas tareas hay un personal específico
FSF: Si, exacto. Por la misma razón, el curador debe estar familiarizado con todos los procesos del arte, vivir sus etapas, para entender mejor sus posibilidades y efectos.
FS: Entiendo.
FSF: Para curar, hay que saber la diferencia entre la salud y la enfermedad. Eso sólo se sabe cuándo se ha estado en una sala de “emergencia”.
Licenciatura y gestión de arte online. Buenos Aires, 2014. Fuente: http://newsletter.arte-online.net/
FS: ¿Qué se puede hacer?
FSF: Ser honestos, que cada quien haga lo que debe hacer. Los curadores a pensar y a cumplir lo que prometen en sus textos. Evitar ser descriptivos porque para eso están las reseñas de prensa. Abstenerse de los juicios categóricos y rebuscados porque una curaduría no es un “paper” científico sino un “proposal” basado en la sensibilidad. Y, por último, no repetir estereotipos complacientes. La curaduría es para provocar preguntas, no para anestesiar las mentes.
FS: ¿Conoce alguna experiencia curatorial que responda a esos parámetros?
FSF: Muchas. El problema es que todas inician así y luego son absorbidas y aplacadas por la maquinaria cultural.
FS: ¿No hay salida?
FSF: Si la hay, solo hay que ceñirse a la ética.
FS: ¿La ética salvará a la curaduría?
FSF: No hay salvación, pero la ética nos hará conscientes de la catástrofe que viene y de su irreparable efecto.
Caracas, octubre de 2017
Lee la primera entrevista a Flavio Suárez Fombona por Felix Suazo
