Por Carmen Alicia Di Pasquale
Ilustrar por medio de sellos hechos de materiales reciclados y de mínimo grosor, es un camino que inicia Yonel Hernández hacia el año 2010, cuando asiste a un taller de ilustración como parte de su formación como diseñador. Esa técnica de recursos limitados y frágiles, con foami recortado y pegado (o no) sobre trozos de plástico, le resulta a tal punto generosa, que asimila sus maneras como una suerte de gestos esenciales, hasta convertirla hoy en día, y luego de varios proyectos encargados, en un lenguaje propio con el cual pensar y expresar temas de interés personal.
Los sellos que construye son objetos conmovedores, y en alguna parte del camino generaron una bifurcación, aportándole a los nuevos dibujos en tinta china, los bordes definidos, las formas sintéticas y los claroscuros del entintado irregular característicos. Pero ese traslado no ha sido tanto la consecuencia formal de una técnica, sino más bien un juego visual que en ocasiones prescinde de las técnicas de reproducción, para crear con instrumentos más próximos al cuerpo generando, así, el aura propia de un original.
El mundo que recrea la percepción de Yonel Hernández en temas como la represión del Estado, o la mediación del poder en las relaciones de pareja, dice lo más (violento o terrible) con lo menos. La sutileza de sus dibujos, se parece al lenguaje de un cronista que decide suspender la descripción realista de un hecho terrible, para darle espacio al gesto conmovedor como modo más seguro de convocar la sensibilidad del lector. En el caso de las protestas de Caracas de abril/junio de 2017, Yonel intentó registrar lo que percibía con una cámara fotográfica, pero le resultó un medio insuficiente, y fue así que regresó a la expresión rica —en gestos— de la síntesis gráfica dibujada en tinta china.
Estas ilustraciones de autor las realiza en algún trozo pequeño de buen papel, haciendo que cada imagen comparta espacio y habite junto a otras: desde la creación —y en este caso, con un pensamiento formado en las estrategias del diseño—, la escasez no marca como pauta una imposibilidad, sino un modo que expresa situaciones o ideas desde el lugar posible, sin ocultar, disimular o disminuir, la gran fuerza de los eventos.
El de Yonel Hernández (@inesybernardo) es un lenguaje de gestos mínimos. Y de increíble riqueza visual y semántica.
Carmen Alicia Di Pasquale/Proyecto Eco y Narciso. Diciembre 2017.-
“Gestos mínimos” de Yonel Hernández inauguró en la Sala Mendoza el mes de febrero de 2018.
Las imágenes son cortesía de Yonel Hernández.