Redefinir la vanguardia

Miguel Miguel García

Paradójicamente desencontrado, el nuestro es un continente unido en y por su diversidad.

Durante los últimos años he realizado un detenido seguimiento al arte joven latinoamericano, involucrándome – incluso- en su promoción; lo cual me ha permitido tomar conciencia de que, con especial énfasis en la última década, el aporte de nuestro arte a nivel internacional ha sido definitivo. Este hecho despertó en mi la inquietud de dar a conocer, en su conjunto, este fenómen. Así nació Sin Fronteras / Arte Latinoamericano Actual, donde se reúnen obras representativas de destacados creadores de América Latina, cuyos valiosos aportes en la creación de nuevos lenguajes para las artes plásticas de Occidente es inobjetable. Se dice que América Latina, en el ámbito mundial del arte, ya tiene una fructífera , opinión que comparto. Pero creo importante recordar que, hasta ahora, se había dependido únicamente de la proyección de figuras solitarias, precursoras de códigos universales, claves en la conformación de la modernidad. Nuestro continente fue visto como un territorio aislado, donde surgían artistas excepcionales que, por su valor y talento individuales, accedían a los escenarios de Europa y Estados Unidos. Igualmente, no se puede obviar la equivocada tendencia que se impuso desde dichos centro de poder: asociar el arte latinoamericano a cierto realismo meagivco, de connotaciones surrealistas o mitológicas, o con expresiones folklóricas o “fantásticas”. Me satisface afirmar que hoy, por hoy, este panorama está cambiando. Al contrario de aquellas generaciones precursoras, signadas por la necesidad de emigrar a París y Nueva York -grandes ejes de digusión del arte de este siglo-. Muchos de los artistas latinoamericanos que ocupan un lugar entre las élites de la vanguardia actual, desarrollan su obra en sus países de origen.

Y a través de dicha obra, América Latina ha adquirido verdadera relevancia en el panorama mundial de la discusión artística de vanguardia. Nunca antes un grupo tan importante y numeroso de creadores de nuestro continente se había posicionado en un nivel tan elevado de proyección internacional. De manera que estamos antes un acontecimiento que bien podríamos tomar como augurio de una redefinición de las relaciones entre nuestro continente y los tradicionales centro de poder. Esta nueva generación, que ha asumido un indiscutible protagonismo, tiene también la virtud de haber trascendido ciertos formalismos, creando nuevos lenguajes imposibles de etiquetar. En sus discurso plástico no encuentro una idea, un concepto, un formato, un tipo de soporte o un medio que pueda servir como parámetro de clasificación. Y con esta afirmación quisiera destacar que está planteada una redefición total del arte de nuestro continente. No quisiera dejar de lado que dicha redefinición es también una toma de conciencia por parte de estos jóvenes, quienes de ninguna manera ignoran la historia que los precede, Saben que, hasta ahora, la jerarquización cultural en términos centro/periferia, impuso a nuestros artistas el exilio como vía de superación. Y reaccionaron produciendo un arte parangonare con el de su contraparte europea o norteamericana. Cada uno de ellos representa, conscientemente, los universos de actualidad que signan a las artes contemporáneas.

Me atrevo a decir que estos jóvenes creadores están cambiando patrones culturales; y por ello han logrado que se nos mire y se nos trate de una manera diferente. Al mismo tiempo, su libertad creativa ha enriquecido el escenario de las artes visuales contemporáneas de sus países de origen. Sus logros alientan a otros más jóvenes, quienes comienzan a ver como viable la alternativa de desarrollar en sus propias naciones una obra trascendente.
Y me pregunto si será acaso esa convicción de que su trabajo puede trascender cualquier frontera lo que los pudiera unir como generación. Ellos no necesitan, ni quieren, un discurso uniforme. Ante ellos, uno siente lo absurdo que es hoy en día hablar de identidades o de fronteras, no importa de qué tipo sean.

Las obras que integran Sin Fronteras/ Arte Latinoamericano Actual provienen en su totalidad de las más importantes colecciones privadas de Caracas. Es bien sabido que, dentro de América Latina, Venezuela se ha destacado y proyectado internacionalmente como un país coleccionista. Valiosas -aunque reducidas- colecciones del arte de nuestro continente, en las últimas décadas en las instituciones museísticas de Caracas. Sin embargo, nunca antes se había mostrado públicamente este importante patrimonio artístico conformado por colecciones particulares de nuestra capital, conjuntos sobresalientes y representativos del extraordinario proceso creador latinoamericano.

Sirva Sin Fronteras / Arte Latinoamericano Actual para redefinir el espíritu creador de todo un continente que desde hace tiempo está haciendo sentir su presencia más allá de este (ya no tan) Mundo Nuevo.

Texto de exposición publicado en catálogo junto a ensayos de Mónica Amor y Tahía Rivero.

Exposición SIN FRONTERAS
Arte Latinoamericano Actual

Museo Alejandro Otero, Caracas

Del 11 de noviembre de 1996 al 16 de marzo de 1997

Artistas participantes

Aziz + Cucher
José Bedia
María Fernanda Cardoso
Sigfredo Chacón
Eugenio Dittborn
Arturo Duclos
Eugenio Espinoza
José Gabriel Fernández
Héctor Fuenmayor
Julio Galán
Félix González-Torres
Víctor Grippo
José Antonio Hernández-Diez
Alfredo Jaar
Kcho
Guillermo Kuitca
Jax Leirner
Fabián Marcaccio
Ana Mendieta
Ernesto Neto
Roberto Obregón
Gabriel Orozco
Alfredo Ramírez
Rosángela Rennó
Miguel Angel Ríos
Doris Salcedo
Andrés Serrano
Ray Smith
Tunga
Meyer Vaisman
Alfred Wenemoser

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