El Bloque presenta una selección de obra reciente del maestro Francisco Grisolía, parte de una numerosa y significativa producción de obra en tela auspiciada a su vez por César Zuhé García director de la galería Z Espacio de Arte, quien ha creado un ambiente propicioso para que artistas de la ciudad de Mérida desarrollen su trabajo plástico.
La exposición inauguró el 8 de diciembre del 2020, en la vitrina de El Bloque.
Sobre lo actual
Lo reciente en el fondo es lo habitual
Francisco Grisolía presenta una serie de trabajos pictóricos que ha estado desarrollando durante los últimos 15 meses. Si bien hablamos del hecho actual (este corto periodo de tiempo), la obra de Grisolía se encuentra en desarrollo desde su temprana juventud aún mucho antes de que fuese galardonado con el premio Arturo Michelena a los diecisiete años, mediante ejercicios recurrentes, principalmente desde el dibujo como técnica predilecta para representar entes que según Grisolías “se encuentran reunidos para hablar en silencio, para oír nada,” como espectadores pasivos.
Estas representaciones materializadas actuales, serían concreciones o contracciones en un punto de intersección donde materia, memoria, espacio y tiempo reactivan instantes vividos y que siguiendo la idea de Deleuze donde argumenta que: “toda representación de un pasado presente en el presente real también implica la representación del presente en el que se encuentra este pasado. Así la representación siempre se representa a sí misma” (Deleuze 1968: 109, 1994: 80). Reafirmando la noción de una convergencia y repetición de instantes, materialidades, sustancias y entidades compartidas en las posibles temporalidades del ser.
En Espectadores, distinguir la retención del pasado en el presente vivo, no es meramente una forma de contener el pasado ahora, sino también una forma de permitir la mediación y distinción de todos los presentes y pasados actuales. Ser espectador pero de alguna forma ser contemplado por las obras que se encuentran reunidas, sentadas pasivamente, espectando, como una forma de vernos en otro tiempo y reflexionar sobre nosotros mismos. La obra de Grisolía se presenta como una organización de entidades en el espacio. Una disposición de pinturas como sujetos activos en el acto de confrontación contemplativa frente al público. Quedaría de nuestra parte especular si al contemplarles podríamos ejercer algún efecto en ellos así como estos espectadores poseen la capacidad de dejar impresiones en nosotros.
Fuente: El Bloque. Gracias a María Niño y Fabio Rincones
