por José Miguel Del Pozo
Supe de tráfico visual porque Ileana y yo formábamos parte de un grupo de lectura que se reunía en casa de Gerardo Rojas alrededor del 2012-14, si no me equivoco. La verdad es que durante ese tiempo pasaban demasiadas cosas en mi vida que yo certeramente digería con alcohol, así que puede que las fechas se me hayan confundido como resultado de esa ingesta.
Historiografía Marginal del Arte Venezolano, la banda que musicaliza las bondades olvidadas de los artistas venezolanos que el tiempo y el poder se tragaron, fue también parte de los resultados prácticos de este grupo de lectura. En la primera presentación Ileana hacía de productora y documentarista del evento y protegía ese olvido del olvido por-venir.
Si buscan mi nombre en tráfico visual tengo dos páginas de entradas, hay una entrada que falta y que Ileana en su momento no quiso enseñar: un dibujo de Gego haciendo parrilla sobre una de sus esculturas. Era la primera entrega de un proyecto en el que yo haría cómics sobre arte en Venezuela que estaba muy influenciado por H.M.A.V. y por mis ganas de joder. El dibujo era bastante divertido y terminé vendiéndoselo a alguien que en su momento apreciaba mi humor y mi rabia. A ti, gracias.
Durante un tiempo le guardé un poco de rencor a Ileana por no haber colgado el dibujo, creo que vi esa negativa como miedo a las consecuencias y me lo tome muy en serio. Una estupidez de borracho joven y alocado. Repito, esos años de mi arte en Venezuela están llenos de vaho etílico. Luego de un tiempo no entendí, pero comprendí que hay cosas que no dependen de mi idea de mí sino del espacio donde se exhiben, y agradezco a Ileana que me haya dicho que no en un momento en el que casi todo a mi alrededor era un SÍ rotundo.
Tiempo después participé en un Jóvenes con Fía en el que construí con la ayuda inigualable de Fernando Eseverri, Gerardo Rojas y Juan Herrera un laberinto de una sola pieza que llamé Obstáculo, cuando terminó la muestra se lo dejé de regalo a la sala que no supo muy bien que hacer con él. Tráfico visual publicó un texto en el que explicaba el por qué de ese regalo no solicitado. Me sorprendió y alegró a partes iguales ese atrevimiento de Ileana, ya que ese gesto de nuevo involucraba -sin avisarles directamente- a edificios poderosos.
El año pasado como parte de su residencia en Basel Ileana me invitó a participar en la muestra Supuestos y presupuestos junto con otros artistas venezolanos, latinoamericanos y del mundo. Me vino a buscar a mi cueva para sacarme y me re-descubrió una manera nueva de hacer algo a lo que le había perdido todo el cariño.
Gracias Ile, eres tú.
Junio, 2024