Por Ricardo Sanz Sosa
Dos textos breves sobre el colapso de la cubierta del pasillo en tierra de nadie de La Ciudad Universitaria de Caracas, con un día de por medio entre cada texto y conversaciones con amigos sobre el tema.
Pasillo cubiertos UCV. Carlos Raúl Villanueva. Imagen cortesía Leonardo Finotti
Derrumbe
El derrumbe de la cubierta del pasillo en tierra de nadie en la U.C.V nos entristece, pero quizás no nos sorprenda del todo a los que trabajamos en la Ciudad Universitaria de Caracas. El tiempo transcurrido en esos espacios, nos ofrece una experiencia vivida de su deterioro, contra la percepción común de que quien se distancia de un hecho en el tiempo, adquiere una mejor comprensión de su devenir, los que hacemos vida en esos espacios estamos conscientes de ello, quizás por resistirnos a esta inercia poderosa de muchas maneras, la primera, seguir ahí.
Estos espacios fueron hechos con inteligencia y sensibilidad, también con robustez, cualidad que no les permitió sortear esa debilidad crónica que nos pertenece, ese olvido pernicioso que se traduce en una indiferencia que nos sigue arrastrando y nos hace incapaces de orquestar un plan que nos salve. El olvido es la única venganza, decía Jorge Luis Borges, una venganza que nos hemos infligido de forma consecuente.
Orfandad
La forma de cubierta que creó Villanueva apoyada en uno solo de los extremos, que vence la gravedad, gracias al atirantamiento y la estabilidad de una base invisible, requiere además de un sistema de drenaje de aguas de lluvia, necesariamente subordinado a una superficie sinuosa que lo complica. La forma de cubierta está asociada como metáfora a la sociedad que la produce, a logros que alcanzaron cuotas muy elevadas, en la obra de la Ciudad Universitaria de Caracas.
Como parte de una visión de progreso respaldada por una creciente riqueza petrolera, esta metáfora de signo contrario a la imagen de la cubierta caída y en ruina, se confronta necesariamente con la que corresponde con ésta, un país quebrado. Estas metáforas hermanas, pero opuestas, ofrecen entre sí, aparte de un lapso de transformaciones importantes en la historia del país, un espacio para el ejercicio de la especulación. Si a estas estructuras se les hubiese prestado un mantenimiento adecuado, desde que fueron construidas, si la inevitable fatiga de los tensores en el tiempo hubiese sido monitoreada y prevista con anticipación.
Si la tragedia hubiese sido parte del mismo proceso que reemplazaría con nuevas piezas la estructura, esto no cambiaría el hecho de su finitud como obra original, pero sí la garantía de su existencia en el tiempo. La fuerza de las imágenes del colapso de la cubierta nos afecta, nos confronta con la imposibilidad de planificar un futuro y nos hace conscientes de nuestra orfandad como sociedad.
Junio, 2020
Ricardo Sosa Sanz es arquitecto egresado de la Universidad Central de Venezuela en el año 2000. Ha participado y ha sido merecedor de premios en Bienales y exposiciones nacionales e internacionales, así como en diversos concursos nacionales, como Amenidades Urbanas 2015, CCS city 450 en el 2017 y en CCS city Comunidades 2019. Su trabajo profesional se ha enfocado en la ciudad, concebida como territorio de lo político y la concepción de su espacio público, proponiendo intervenciones a diversa escala. Desarrolla simultáneamente en el ámbito profesional proyectos de carácter privado, profesor invitado en la USB y actualmente profesor Asistente en la F.A.U. U.C.V.
