ANTONIO PURI, OTRO ARTISTA VIAJERO. Por Néstor García

El gran cambio que marca este final de siglo es la posibilidad para cada artista del mundo entero, sea su inspiración religiosa, mágica o no, de hacerse conocer de acuerdo con sus códigos y las referencias de su propia cultura.
Jean-Hubert Martin

Las visitas y el establecimiento de artistas extranjeros en nuestros territorios es un fenómeno de vieja data. Conocemos casos de muchos de ellos como el del pintor holandés Frans Post quien en el año 1637 llegó a Pernambuco Brasil, y posteriormente aquellos que tras los pasos de los exploradores Alexander Von Humboldt (1769-1859) y Aimé Bompland (1773-1858) vinieron para ilustrar gráficamente los hallazgos de estos importantísimos hombres de ciencia. De hecho al propio Humboldt se le considera el iniciador e impulsor de una escuela de pintura que vino a incidir en el surgimiento de varias corrientes paisajistas en nuestros países −algunas personas consideran que Humboldt debería formar parte de la Historia del Arte−.1

El ejemplo anterior nos muestra que la interacción que América Latina ha sostenido con los “otros”, especialmente con Europa y más tarde los Estados Unidos de Norteamérica, ha propiciado una serie de intercambios epistémicos que de seguro han convertido a nuestras prácticas artísticas en una suerte de espejo de ampliación que ha posibilitado la extensión de los límites y posibilidades de estas poéticas. Pero estos diálogos y expansiones no se dan sólo en el terreno de lo artístico, puesto que América Latina como proyecto resulta de un proceso de hibridación (traumática por lo que ha significado nuestra colonización) y de lo que el crítico de arte peruano Juan Acha2 llamaba “proceso de occidentalización continuo”.

En el marco de estas transferencias e interacciones complejas y totales, llega a Bogotá en junio de 1947 el célebre arquitecto franco-suizo Le Corbusier3(1887-1965); en principio invitado por el delegado colombiano ante Naciones Unidas Eduardo Zuleta Ángel para dictar una serie de charlas sobre urbanismo y arquitectura. Más adelante esta invitación terminó en la planificación por parte del célebre arquitecto de un plan de modernización urbana para la ciudad. El resultado fue la elaboración de un proyecto que tomó más de tres años de preparación y requirió de una serie de visitas del mismísimo Le Corbusier a la capital colombiana. Como era de esperarse el proyecto no prosperó porque el mismo implicaba la demolición de gran parte del centro histórico de la ciudad y se sumó a la gran lista de rechazos que el arquitecto venía acumulando y entre los cuales se cuenta el diseño del edificio de Naciones Unidas en Nueva York. Sin embargo, tiempo después, pero en 1951 Le Corbusier tuvo la oportunidad de desquitarse cuando por encargo del dirigente indio Jawaharlal Nehru4 se le asignó el diseño y la planificación de la ciudad de Chandigarh5 en el Punjab Indio. La posterior concreción de esta ciudad planificada (construida casi que en paralelo a Brasilia, otra ciudad planificada pero en este caso por los arquitectos Oscar Niemeyer6 y Lúcio Costa7) le permitió al célebre arquitecto franco-suizo proyectar en la realidad todas sus ideas sobre urbanismo, arquitectura y funcionalidad, la síntesis entre matemáticas, arquitectura, naturaleza y geometría.

Traemos a colación la figura de Le Corbusier, la ciudad india de Chandigarh y Bogotá porque estos elementos nos sirven de bisagras a la hora de hablar de Antonio Puri, un artista indo-estadounidense que por esas cuestiones de los artistas viajeros (Radicantes diría Nicolás Bourriaud8) le dio por venir a Bogotá desde hace aproximadamente 5 años y establecer su estudio en estas latitudes. Puri nació en el año 1966 precisamente en la ciudad de Chandigarh muy cerca del momento de su inauguración. Después de una infancia problemática termina estudiando en un internado católico en los Himalayas y posteriormente se establece en los Estados Unidos. Después de ejercer el derecho como profesión se dedica al arte y por esas cosas del destino y como ya dijimos con anterioridad por esas costumbres de los artistas viajeros migra a Colombia, específicamente a Bogotá, la ciudad que rechazó el proyecto de Le Corbusier el hombre que le dio forma a la ciudad de sus inicios. Entonces, pudiésemos decir que de alguna manera Le Corbusier es un pivote en su vida, una figura modélica que lo ha acompañado desde siempre.

Esa presencia, que se proyecta como una pulsión moderna posiblemente sea el bulbo desde el cual el artista va configurando su práctica, dado a que va construyendo progresivamente sus piezas como si de grandes edificaciones modernas se tratara, tal vez aludiendo de manera lateralizada la “Teoría del modulador” lecorbusiana, partiendo de una constitución dimensional que toma como punto de partida a la Sección Áurea y toma en cuenta la fenomenología del hombre en el espacio.

Por eso es que sus obras no sólo proyectan una idea de articulación modular cuando se da como acontecimiento, sino y en gran medida, como resultado de esa máxima moderna en donde el hombre ha diseñado un mundo a su escala y medida, aquella que tiene su aparición en el momento que ejercemos de centro del universo.
Pareciera que para Antonio Puri los bastidores que ejercen de soporte para el discurso plástico funcionan como ladrillos desde los cuales va armando progresiva y estructuralmente sus piezas, posibilitando el establecimiento de una metodología constructiva cuyo resultado no es ya una pintura formato cuadro ventana sino un conjunto de piezas que articuladas en el espacio dan una sensación de totalidad envolvente que recuerda en cierto sentido el despliegue totalizador y megalómano de la arquitectura moderna del siglo XX, con sus implicaciones dimensionales que al fin y al cabo nos hablaban del poder en su despliegue simbólico.

A la obra de Puri hay que leerla partiendo desde un ejercicio arqueológico, pues ella misma forma parte de un proceso sedimentario que se ha venido consolidando a lo largo del tiempo “y del viaje”, es decir, del espacio, a través de ejercicios “semionáuticos”, un concepto acuñado por el crítico de arte francés Nicolás Bourriaud9, para hablar de artistas que además de desplazarse constantemente por los territorios también lo hacen a través de los signos, posible razón por la cual Puri estructura sus piezas partiendo de materiales significantes como la mostacilla o pan de oro, y lo hace en el marco de estos tiempos de multiculturalismo y globalización, para hablarnos de los sedimentos que lo componen y que le dan sentido a su existencia; Pero además, para establecer un posible diálogo intra-artístico con algunas reflexiones aparecidas desde finales del siglo XIX cuando artistas como George Seurat develaron no sólo los mecanismo de la representación, sino la forma como se articula el discurso pictórico, de allí que además de todo lo anterior Antonio Puri no es el artista del ilusionismo, sino más bien uno de esos que le gusta desencantar a sus receptores porque muestra lo mecanismos que hacen posible la ilusión.

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  1. Beatriz González en un texto que desarrolló para el Banco de la República titulado “La Escuela de Humboldt: Los pintores viajeros y la nueva concepción del paisaje” propone esta reflexión. Disponible en: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-122/la-escuela-de-humboldt
  2. 1916-1995, fue un crítico de arte, docente, teórico y curador peruano que desarrolló su carrera en Méjico luego de ser encarcelado en Perú por sus ideales. Es uno de los intelectuales del arte más influyentes de la historia.
  3. Su nombre de pila es Charles Édouard Jenneet Gris, Nacido en Suiza en 1887 y nacionalizado francés en 1930. Fue uno de los más grandes representantes de la arquitectura moderna y un reconocido teórico en esta disciplina. Muere en Francia en el año 1965.
  4. 1889-1964. Fue un líder político indio que participó activamente en el proceso independentista de la India respecto al Imperio Británico. Fue la primera persona en ocupar el cargo de Primer Ministro del país.
  5. Inaugurada en 1965 se convierte en la primera ciudad planificada de la India. Diseñada en su totalidad por el célebre arquitecto y urbanista franco-suizo Le Corbusier. Declarada recientemente como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la ciudad está inspirada en el cuerpo humano y tiene forma de una rayuela.
  6. 1907-2022. Fue uno de los arquitectos más célebres del siglo XX. Claro representante del modernismo arquitectónico internacional fue quien diseñó la ciudad capital de Brasilia. Se centró en explorar las posibilidades plásticas del hormigón.
  7. Toulon Francia 1902, Río de Janeiro 1998. Junto a Oscar Niemeyer se encargó de la planificación y diseño de la ciudad de Brasilia. Considerado uno de los mayores representantes de la arquitectura moderna brasileña.
  8. Niort, Francia, 13 de abril de 1965. Crítico de arte y curador francés cofundador del Palais de Tokio de Paris. Ha escrito diversos textos donde reflexiona sobre las problemáticas del arte contemporáneo, específicamente desde la década de los noventas en adelante. Sus textos son: Estética Relacional, Radicante y Post producción.
  9. Bourriaud Nicolás, El Radicante, editorial Adriana Hidalgo, traducción de Michelle Guillémont, Buenos Aires, Argentina, 2009.

Texto e imagen cortesía de Néstor García.

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