Este sábado, 23 de julio, la Sala Mendoza inaugura en sus instalaciones la exposición de los ganadores del Premio Eugenio Mendoza #16, realizado el pasado año, en medio de un contexto marcado por el distanciamiento y las restricciones productos de la pandemia. Una edición en la que resultaron premiadas las propuestas de los artistas venezolanos Ángel D. Leiva (Maracaibo, 1983), Analy Trejo (Mérida, 1986) y Ana Mosquera (Caracas, 1983), quienes -tras un año de desarrollo de sus planteamientos individuales- presentan en los diferentes espacios de la Sala los resultados de sus procesos.
Continuando con las temáticas de las obras planteadas en la décimo sexta edición del Premio, los artistas desarrollan líneas de investigación que encuentran espacios comunes en reflexiones francamente humanas, como la búsqueda de un lugar de arraigo, la necesidad de refugio, o la experiencia de vivir en el caos y la ruina. Las tres propuestas, disímiles en materialidades y diversas en medios propios del presente, establecen vínculos entre sí a partir de poéticas que hablan de las urgencias de una generación marcada por la inestabilidad del porvenir; una condición que sobrepasa las fronteras territoriales venezolanas pero que se acrecienta en sus adentros.
Y es que, haciendo del desamparo y la carencia estrategias de creación, desde sus nombres fundacionales, el arte contemporáneo venezolano ha planteado formas de habitar un territorio históricamente desprovisto de equilibrios mínimos. Ante esta urgencia latente, la pertinencia de una iniciativa como el Premio Eugenio Mendoza se convierte en uno de los muchos compromisos sostenidos a través del tiempo por la institución, desde su primera edición realizada en el año 1981. Como propuesta, el Premio se plantea como vínculo entre curadores y especialistas nacionales e internacionales con el arte joven, a través de una convocatoria realizada de manera bienal, en la que artistas venezolanos dentro y fuera del país, así como también cualquier creador que resida en el mismo, pueden participar de manera abierta.
Cabañas, lugares y vacíos
El Premio Eugenio Mendoza, otorgado al artista Ángel D. Leiva, constó de una Residencia Artística en el Museo La Tertulia, en Cali. Durante su tiempo en Colombia, Leiva continuó sus observaciones en torno a lo hallado y acumulado, la ruina y el desecho, que ahora toman forma en una serie de superposiciones entre superficies y muros. A partir de juegos entre el lenguaje y las contradicciones, la exposición, titulada “PP: Vicios y vacíos” tiene lugar en la sala principal, y se concibe como “un conjunto de las peripecias vividas por el artista, que va desde problemas políticos, propiedades privadas hasta problemas personales, entre las muchas posibilidades que las siglas (PP) permitan cavilar”, en palabras de Manuel Vásquez Ortega, curador de la exposición.
Como parte de la Mención Artista Emergente, otorgada por la Embajada de España, la artista Analy Trejo realizó una residencia artística en PACA (Proyectos Artísticos Casa Antonino) en Gijón, Asturias. En esta estadía, Trejo continuó su investigación en torno a los refugios, vinculada ahora a un paisaje externo, vegetal y boscoso, en el que la búsqueda de la cabaña primitiva se convierte en el trayecto del cual la artista extrae imágenes experimentales que versan sobre lo transitorio y la vulnerabilidad. Acompañada por un texto de Ileana Ramírez, las propuestas de Analy Trejo sobre la la búsqueda de un refugio personal construyen un espacio de contemplación y pensamiento sobre el cuerpo íntimo en plena relación con la inmensidad.
Finalmente, tras la Mención Carmen Cordovez Crespo patrocinada por la galería Henrique Faria Fine Art, la artista Ana Mosquera plantea una muestra individual en la Mezzanina de la Sala. Titulada “Tierras raras”, la propuesta da continuación a “Isla Decepción” (2020), en la cual Mosquera crea un territorio imaginado a partir de artificios, símbolos y muestras de una geografía onírica. Para la exposición actual, acompañada por un texto de Ángela Bonadies, la artista se vale de nuevas tecnologías de datos para dar estructura y forma a una serie de dispositivos que, “como lugares- cuerpo, proporcionan un aparato narrativo para flotar y hundirse”. Flotadores virtuales y videos quese desmaterializan en su imposibilidad física de estar, para optar por una representación digital que
habla de una historia migratoria tanto propia como global.
Asimismo, a las exposiciones de los ganadores del premio, se suma el quinto proyecto de las muestras del 1er visionado de fotografía, curado por el fotógrafo Ricardo Gómez-Pérez, que en esta ocasión exhibe el trabajo de Berci Konyi y su serie “Líneas industriales”, en los espacios del Centro Documental de la Sala. Mientras que, en la Librería continúa la muestra de Freddy Castro, titulada “des[ARRAIGOS]”, en la que el artista nos muestra parte del relato propio de su recorrido de tránsito y permanencia, a través de diversos medios plásticos como la escultura cerámica, la talla de cera de encáustica, el dibujo, el collage y el grabado, inaugurada durante la Subasta #73 de la Sala, bajo
la curaduría de Henrique Faria.
Entre sí, las muestras a inaugurar, coordinadas curatorialmente por Manuel Vásquez-Ortega, establecen un panorama diverso de miradas y aproximaciones a “un presente que se transforma a medida que se desplaza, pero que insiste en volver a observaciones universales tras un período de crítica e introspección local, centrada en temas contextualizados en nuestro vulnerado país”. La invitación es para el sábado, 23 de julio, a las 11:00 a.m., en la sede de la Fundación Sala Mendoza,
ubicada en la Urbanización Terrazas del Ávila, UNIMET, en Caracas, Venezuela.
Fuente: María Lourdes Rengifo