Luis Romero: Nothing exists anymore

Nothing exists anymore, de Luis Romero (Caracas, 1967), es la primera exposición individual del artista venezolano en Reino Unido, en los espacios de Kupfer Project, Londres (desde el 12 de agosto al 02 de septiembre de 2023). En la muestra, Romero cuestiona a través de experimentos gráficos y pictóricos las posibilidades de la existencia de una imagen más allá de su representación. Debido a su formación en diseño gráfico, las pinturas de Luis heredan su interés por las formas de producción de imágenes, alejadas de toda precisión tecnológica. Así, en Nothing exists anymore los errores humanos se reconfiguran como accidentes deseados cuyos defectos se difuminan. Los desplazamientos cromáticos, las tensiones y los choques se mantienen en lugar de borrarse en medio de la ambigüedad y la especulación presentes en la exposición.

Luis Romero: Nothing exists anymore, en Kupfer Projects (2023), Londres. Vista de sala.

Por Manuel Vásquez-Ortega

“Entonces le resulta claro y cierto que no conoce ningún sol (…), sino solamente un ojo que ve el sol (…); que el mundo que le rodea no existe más que como representación, es decir, sólo en relación con otro ser, que es él mismo”.

Arthur Schopenhauer (1819)

Según Schopenhauer, el mundo es fenómeno y cosa en sí. Situado entre estos dos conceptos, el hombre ha observado las formas, objetos y sujetos que constituyen al mundo desde sus más remotos inicios; orígenes alrededor de los cuales se ha dedicado a estudiar restos inertes y objetos sin contexto para poder reconstruir un discurso histórico a partir de ellos, y así dar explicación a los fenómenos que le rodean y que marcan su existencia. En el transcurso de este levantamiento arqueológico de materialidades humanas, la imagen pictórica ha tenido un lugar particular: el de una superficie significante con el poder de enfrentar a la representación con el hallazgo, como si de polos opuestos se trataran. Y es que muchas dudas surgen al intentar unir al objeto encontrado con la representación de una realidad hecha imagen, pues, ¿puede una imagen surgida a partir del hallazgo, considerarse un hecho arqueológico en sí mismo? ¿Puede una imagen, como fenómeno, existir más allá de la cosa?

A lo largo de más de tres décadas de trabajo, el artista venezolano Luis Romero (Caracas, 1967) se ha encargado -entre muchas intenciones- de dar sentido a los descubrimientos de su cotidianidad a través de las imágenes que crea. En estas, Romero propone una pintura arqueológica en la cual el paisaje contemporáneo, más allá de ser un aposento de la mirada, es entendido como área de exploración y reflexión de los fenómenos entre los que habita y que le hacen humano. Y es que como sujetos, cotidianamente existimos entre fenómenos constituidos a partir de formas cognitivas, perceptibles, reconocibles; escenarios que determinan las realidades de nuestra condición humana tales como el día, la noche, el sol y la luna y que confirman que el mundo es, entre todas sus cosas, una representación.

Luis Romero: Sun & moon (díptico) (2021). Acrílico sobre tela.

Es así como los trabajos presentados en Nothing exists anymore dan cuenta de una realidad tamizada por los ojos de un artista que encuentra en los fenómenos universales –si se quiere germinales, originarios o perennes– un tema de revisión continua, carente de una estructura metodológica rigurosa, pero con una función conceptual precisa: hallar imágenes de las formas reales, aprehenderlas como representación, y luego producir imágenes aparentes de estas, demostrando que “todo lo que pertenece y puede pertenecer al mundo adolece inevitablemente de ese estar condicionado por el sujeto y existe sólo para el sujeto” (Schopenhauer, 1819).

En este proceso, los apuntes visuales tomados de las vivencias del artista en sus recorridos por el paisaje urbano son creados desde las formas y las cosas que lo componen, logrando así elaborar una compleja obra de naturaleza heterogénea en la cual el fenómeno es visto, traducido a imagen  insustancial, asociado a una cosa (o su impronta) y luego convertido en una obra sobre la cual siempre prevalece la idea ante la dimensión material. De esta manera, los trabajos de Nothing exists anymore parten (y se hacen) de paisajes absolutos, en los cuales la construcción de la imagen obedece a imbricados procesos mentales del artista, en los que el archivo y el lenguaje conforman una síntesis de visualización y reflexión, de la cual la pintura es el resultado plástico e interpretativo de algo muchas veces visto.

Luis Romero: Flints (II) (2023). Monoimpresión y acrílico sobre papel.

Para dar estructura a estas imágenes, las estrategias de Luis Romero apelan a sus intereses gráficos en los fenómenos sensoriales del ojo, entendidos como procedimientos conceptuales, que toman conciencia de los métodos de producción acordes a la saturación visual y desencanto material de la vida contemporánea. Así, preguntas tanto filosóficas como materiales surgen de las obras de Romero para cuestionarnos sobre lo que sucede con los estímulos que entran por nuestra retina: ¿Cómo se convierten en imágenes mentales? ¿De qué manera se aprehenden las cosas (texturas, formas) de la calle y cómo se transforman en imagen pictórica? ¿En qué medida es posible replicar los efectos ópticos (de la cuatricromía, el muaré, la proyección de la sombra) a partir de objetos encontrados?

Luis Romero: Nothing exists anymore, en Kupfer Projects (2023), Londres. Vista de sala.

En sus obras, Luis Romero aborda lógicas de visión, de los procesos de impresión gráfica y del origen de efectos ópticos a través de estrategias que suponen un cuestionamiento empírico y una ampliación experimental -sin intenciones de exactitudes imitativas- de las formas de ver, representar y reproducir lo percibido por el ojo. Unificadas por las maneras de hacer recurrentes en su trabajo, las obras presentes en Nothing exists anymore nos brindan la certeza de reconocer sus intenciones, identificando las imágenes aparentes de fenómenos como un campo de estrellas, la silueta de un relámpago o los colores de un arcoiris. Imágenes que demuestran que en una actualidad saturada de visualidades interconectadas, lo hemos visto todo: todo lo conocemos y de nada somos conocidos.

Luis Romero: Campo de estrellas I (2021). Acrílico y pintura en aerosol

De allí que, ante el énfasis colectivo de intentar descubrir cosas nuevas para ver, Luis Romero se dedica a encontrar lo ya-visto en lo ya-hecho. Es así como sus pinturas arqueológicas plantean una forma de construirse como si de un ready-seen se tratara: la esencia de una imagen duchampiana que parte de lo ya visto, formada a partir de lo ya hecho, o en otras palabras, la captura de un fenómeno cotidiano, a través de la huella de cosas existentes.

En el hacer de estas obras, hallazgos de materiales varios son incorporados a una idea, en un proceso que invita al artista a revisar las lógicas de su propio hacer: una puesta en juego de conceptos de discontinuidad, de ruptura, de límite y de transformación a través de la más antigua de las manifestaciones plásticas, en obras que nos llevan a preguntarnos ¿cuántas veces hemos visto la redondez de la luna, el fulgor del amanecer, la caída de un rayo o una piedra en el suelo? ¿Cómo estos fenómenos, vistos por el hombre desde su origen, pueden representar para Luis Romero un hallazgo que le invita a seguir hurgando en sus formas?

Luis Romero: Lighting bolt III y IV (2023). Acrílico y pintura en aerosol sobre tela.

Lejos de la imitación de las formas reales, las pinturas de Luis Romero remiten a los fenómenos que las originaron a través de operaciones interpretativas; en estas, el espectador debe descifrar –en la precisión lingüística del texto que enuncia su contenido– aquello que oculta y que a la vez manifiesta la pintura. No obstante, aprovechando la profundidad de la palabra, Luis Romero realiza a partir de sus títulos una serie de afirmaciones que demuestran una afición por cavilar sobre las desventuras del ser humano. En este inteligente juego cognitivo entre formas y enunciados, las imágenes creadas por Luis Romero no buscan deducir sino interpretar el mundo en el que habita, a partir de sus fenómenos y cosas.

Ante este panorama de resignificaciones realizado en medio de un proceso de producción de imágenes y objetos, los ready-seen de Luis Romero hacen uso del pesimismo inherente de aquél que lo ha visto todo, buscando incansablemente en aquello que para muchos es evidente (por accesible) y descartable (por cotidiano). Como arqueólogo contemporáneo de lo ya visto, en Nothing exists anymore nuestro artista continúa con sus intenciones de desprenderse de las categorías tradicionales de la representación, de la construcción de la imagen pictórica y de la ley de los enunciados, demostrando que, a pesar de que nunca más nada exista, siempre hay hallazgos en el origen.

Luis Romero: Origen (2023). Acrílico y pintura en aerosol sobre tela.

Referencias:

SCHOPENHAUER, Arthur: El mundo como voluntad y representación (1819), 2005, Akal, España.

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