Querido Américo:
Aquí estamos de nuevo, luego de casi seis años de tu última exposición en la Galería La Otra Banda1, donde estuviste brillante con tus pinturas, tus dibujos y tu intervención espacial con aquella majestuosa pista de tacos de madera que construiste para dar a conocer – a todos los que fueron a ver tu obra en aquel entonces – el entorno, los objetos y los personajes predilectos de tu hacer artístico (los carros).
Hoy estamos otra vez juntos, como cómplices y amigos, en esta nueva sala que recibe con cariño tu obra. Tú como protagonista absoluto, pues eres el artista de esta maravillosa muestra; y yo como compañera secuaz para instrumentar el montaje de todas tus obras, su distribución en el espacio, los elementos que acompañan esta muestra, entre otras cosas
Sabes Ame, una vez leí una frase de un señor alemán que decía que “El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación”2 y yo siento que lo que dice ese señor es muy cierto, porque, cuando veo tu obra, puedo experimentar una sensación de amplitud con relación a los lugares que tú pintas, los cuales existen en realidad, pero que tú amplificas de manera singular en esas perspectivas aéreas, capaces de expandir la espacialidad y sumergirnos en un mundo mucho más grandioso que el físico y real. A veces pienso que tú como que tienes un súper poder para trasladarte al techo de esos entornos, aún y cuando estás con los pies bien puestos en la tierra, o que tienes la capacidad de comunicarte con las arañas y ellas te susurran con minucioso detalle cómo se ve todo desde allá arriba3.
Adoro la pintura donde aparece Bombón, la gigante internauta en casa de Malena4. También me gusta mucho la serie de Aviones postales, las acuarelas de la playa, el crucero Pullmantour, los edificios ultra modernos llenos de colores, los retratos familiares, pero lo que más me fascinó esta vez, fueron los estudios que hiciste sobre obras de otros artistas: Hockney, Chagall, Klee, Zapata, Cai Guo-Qiang, Van Gogh, entre otros, que si los nombro a todos aquí, capaz esta carta se vuelva una lista larguísima como la de las compras del supermercado. En todo caso, estos estudios son la demostración de tu magnífica habilidad para la pintura, pero, por sobre todo, de tu aguda observación y traducción de lo que observas.
En el pasado, hace como tres o cuatro siglos, los artistas recurrían a la práctica del estudio de otros pintores, que los habían antecedido, porque de esa manera aprendían secretos de la pintura en aquel ejercicio práctico. Así, poco a poco iban adquiriendo la destreza para realizar sus propias obras. Tú, como un magnífico pintor, no has dejado de lado este método de estudio y vaya que lo has empleado con gran dominio, sin dejar de lado tu producción con ese modo tan singular que caracteriza tu obra. Admiro tu intensa actividad de pintor, ininterrumpida, constante, alegre, honesta, desprovista de miedos y prejuicios y excepcionalmente creativa.
Hace unos días estaba hablando con tu mamá y me surgió la curiosidad por saber desde cuándo tú manifestaste el impulso por el hacer pictórico. La respuesta que ella me dio fue la siguiente, “Américo: Pinto, luego existo”. Entonces una vocecita en mi mente me dijo, este Ame sí que se las trae, además de pintor, filosofo…
Debo comentarte, que tuvimos la buena fortuna de contar con el apoyo de personas valiosísimas que, tal cual Hadas Madrinas, intervinieron para que esta magia que tú has creado terminara de tener lugar ¡Y qué lugar! ¡Ya viste que preciosa sala?!, tan moderna y espaciosa. Venga entonces nuestro agradecimiento a Belkis Maldonado, Elizabeth Marín, todo el equipo de Espacio Proyecto Libertad, y muy especialmente a tu familia y a tu madre, quien es la Mujer Maravilla, atenta a todos los detalles, retos y desafíos con respecto a lo que implica tener un hijo pintor.
En fin, Ame, lo que quiero decirte con esta carta, es que es un inmenso privilegio ser tu amiga y habernos juntado de nuevo en esta oportunidad para hacer realidad esta exposición.
Con cariño,
Analy Trejo Mérida, 27 de enero de 2024.
PD: Te dejaré por aquí unas letritas grandiosas que otras personas han escrito sobre ti y que estoy segura, te dará mucha alegría escucharlas.
“Américo Morales Salas es un excepcional artista venezolano. Su obra experimenta con objetos, máquinas y lugares desde lo más puro de su ser, transportándonos hacia ese sitio donde fantasía y realidad son una sola, donde todo es posible gracias a la imaginación” (Nivaria Morales Salas)
“Américo posee esa mirada, la mirada que ve lo invisible que rodea la forma, el espacio que existe entre los objetos, él naturalmente lo ve así. Por eso ve más que las demás personas. Cuando contemplamos sobre todo los objetos que él más ama: los autos, podemos ver que puede dibujarlos en todas las perspectivas, por fuera, por dentro, desde arriba, con enorme destreza” (María Elena Rábago)
Referencias Bibliográficas:
Gardner, Howard (1998) Inteligencias múltiples. La teoría en la práctica. Barcelona: Paidós
Nietzsche, Friderich (1881), Morgenrote. KSA Edición del 2009 Aurora: reflexiones sobre los prejuicios morales, DEBOLSILLO, Barcelona.
Salas, María Luz (2010), Américo y su pincel. Imágenes de un mundo especial. Fundación Empresas Polar, Caracas.
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1 Los carros de Américo, exposición individual de Américo Morales (2018). Centro de Arte Galería La Otra Banda. Mérida Venezuela.
2 Nietzsche, Friderich (1881), Morgenrote. KSA
3 Entre las múltiples inteligencias propuestas por Howard Gardner, la inteligencia espacial se asocia con el desarrollo y comprensión del espacio de un modo agudo y singular, capaz de traducirlo en ámbitos como el dibujo o la pintura.
4 María Elena Rábago (Malena) es la profesora de pintura de Américo. Desde 1996 ha acompañado a Américo en su hacer como pintor, enseñando técnicas e ideas que han enriquecido su obra. Cuidando siempre no ejercer una influencia contaminada sobre lo que Américo manifiesta en su actividad como pintor. Su acompañamiento es el de una tutora, una amiga que con alegría comparte con Américo el tiempo de sus trabajos mediados.
5 Américo Morales (Mérida, 1980) pintor quien desde muy temprana edad ha ejercido de manera ininterrumpida la actividad del dibujo y la pintura, lenguajes artísticos en los que representa de manera recurrente los automóviles, objetos predilectos a retratar por Morales. En su obra son resaltantes, también, los entornos del hogar, la familia, los amigos, los paisajes asociados a los viajes que el pintor ha realizado, y estudios de obras de otros artistas. Su condición especial, Síndrome de Down, no es impedimento para la observación o la interacción con el mundo. Por el contrario, le brinda la libertad de ataduras, sin que los miedos, los prejuicios o conceptos culturales limiten su expresividad pictórica.
